Este 18 de abril se cumplió un año del desalojo violento contra los trabajadores de la textil Mafissa, que dieron una heroica lucha contra una patronal de la dictadura, contra el gobierno y la traidora AOT.
Sin embargo, lo que el patrón Curi no consiguió es derrotar la moral de los trabajadores, que decidieron seguir organizados y difundir esta experiencia de lucha al resto de los obreros de la zona. En este camino están hoy. Por eso, a un año de esa derrota, el pasado 18 un grupo de estos trabajadores de Mafissa junto a sus esposas dieron un gran paso, realizando un primer encuentro con trabajadores de la zona, donde intercambiaron con ellos las conclusiones de la lucha y sentaron las bases para avanzar en conquistar una gran organización obrera en la región.

“No nos pudieron quebrar la voluntad”

Las palabras que siguen, escritas por uno de los trabajadores, resumen el sentir de los compañeros en esta fecha.

“Hoy 18 de abril no es el cumple de nadie, ni tampoco el día del amigo, sin embargo un montón de compañeras y compañeros nos estamos mandando abrazos y saludos. Todos los mensajes dicen cosas más o menos así: “Es y será un orgullo haber estado, hace un año, resistiendo una feroz represión en lo que fue nuestra fábrica Mafissa”. “Hace un año coordinaron fuerzas e intereses la patronal Curi, la traidora AOT y el gobierno K para desalojar a 18 obreros que dijeron basta a la esclavitud patronal, a los sindicalistas obsecuentes y vendidos y al gobierno, que aún hoy, vota todos los días ajustar las cadenas de los trabajadores”.

Como para olvidarse de ese día en que el Gordo saltaba la reja con ese vallado inexpugnable que 500 policías custodiaban; o del Tío diciendo “déjenme pasar porque quiero sacar a mi hermana”, y 15 segundos después estar adentro. Cómo habrá levantado temperatura el Fiat del Chino porque sabía que esa tampoco se la perdería y también saltó la reja. Ni hablar de aquellos que no pudieron por minutos alcanzar a saltar, y todos los que no eran de la fábrica y la hacían propia con su solidaridad (…). Y las chicas de la comisión de mujeres que, entre otras grandes cosas, nos dieron el tiempo para organizar la ida al sexto piso. Los amigos solidarios. La familia. (…) Y los pibes (que para la mayoría, Curi era su primer patrón) que pusieron energía vital para la huelga, para el piquete, para el humor y para resistir la represión. Su juventud y la responsabilidad que implica ser obrero en una fábrica organizada... ¡cuánta garra!

De la derrota se vuelve, si se sacan las lecciones correctas de estas batallas y sobre todo si se sigue organizado voluntariamente, buscando el camino para construir ese ejercito de esclavos revolucionarios que sea el verdugo que salga del umbral de la historia y termine con la explotación.

Y por que no nos pudieron quebrar la voluntad, este sábado 18 redoblamos la apuesta y nos reunimos los ex obreros de Mafissa y la ex comisión de mujeres con compañeros de fábricas de la zona, para seguir insistiendo en la necesidad de agruparnos todos los trabajadores. Esto es el comienzo de algo grande…”