Estas inundaciones han puesto sobre el tapete, como lo fueron las grandes nevadas de este invierno en la Patagonia, las consecuencias de los planes de privatizaciones que vienen llevando adelante en la última década. Cuando ocurren estos desastres climatológicos (muchos de los cuales podrían ser paliados, si hubiese una mínima planificación), es el Estado destruido en medio del déficit cero de Cavallo el que acude a prestar su servicio en medio del desastre, vamos los trabajadores de Vialidad Nacional con cuadrillas de emergencia, con nuestras antiguas máquinas a garantizar la transitabilidad de las rutas, (desde que empezó la etapa de privatizaciones se empezó a desmantelar a la DNV) y a reponer los puentes que la inundación destruyó, dado que la patronal "productiva" de la construcción (propietaria de las concesiones), no tiene responsabilidad en el mantenimiento de las rutas en las emergencias, y el conjunto de los puentes. Por más que haya cobro de peaje, sigue a cargo del estado, (no sea cosa que les ocasione muchos gastos a estos "señores de la producción"), el mantenimiento en caso de emergencia, esto se puede ver claramente en el puente sobre la ruta 7 a la altura de Junín, (ruta concesionada con cobro de peaje) donde los puentes Badley los garantiza la DNV con sus trabajadores, permitiendo la transitabilidad de los caminos y armando las defensas contra las inundaciones. Pero ese mismo estado le continúa debiendo a los trabajadores el pago de desarraigo y descontando el 13% del salario, es en estas condiciones que se trabaja para acudir en la emergencia, sin ningún presupuesto para gasoil y maquinaria. De esta manera lo que se puede hacer es mínimo y poco eficaz, podemos ver a miles de pobladores del interior cargando bolsas para que las aguas no destruyan sus pueblos y hogares.
Esto demuestra el fracaso de los distintos planes viales y de infraestructura que se están llevando adelante, que sólo son negocios para la patronal de la construcción, incluyendo la estafa del sistema de peajes que ahora el ministro Bastos lo quiere llevar al conjunto de las rutas nacionales, que no es otra cosa que el estado construya y luego........ cabinas de peaje para Techint, Roggio, Macri o algún otro "patriota".
Para empezar a terminar con esta situación es necesario nacionalizar sin pago, bajo control de los trabajadores al conjunto de las concesiones de los corredores viales. Volviendo a tener la DNV, el conjunto de la red carretera nacional, y los 19.000 trabajadores que supo tener en su momento, reconstruyendo su parque de maquinarias y campamentos, no sólo manteniendo el libre tránsito en los caminos, sino también proyectando nuevos, definidos con los pequeños productores y los pobladores, sin cobro de peaje. Un verdadero Plan de Infraestructura, dentro de un Plan de Obras Públicas que atienda en las emergencias como por ejemplo construyendo los terraplenes de defensa de los cascos urbanos, que de esta manera se podrían hacer mas rápido y eficazmente, creando puestos de trabajo genuino que sería una vía para paliar la desocupación.