Bajo un silencio cómplice y alevoso por parte de los medios de comunicación, Raúl Castells continúa en huelga de hambre e internado en el hospital Municipal de Marcos Paz, en la misma localidad del penal al que fue llevado detenido por reclamar alimentos a la multinacional explotadora McDonald’s, a causa del procesamiento por “tentativa de extorsión” dictado en su contra por el juez Facundo Cubas.
Castells inició su huelga de hambre hace 13 días como forma desesperada de obtener su libertad y es evidente que su vida corre serios riesgos. El Estado y la justicia están dejando morir a Castells, mientras está libre uno de los principales responsables de la muerte de 194 jóvenes en Cromañón.
Hacemos responsable al gobierno nacional de todos los daños que pueda sufrir Raúl Castells y exigimos su inmediata e incondicional libertad y la de todos los presos políticos.