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Informaciones Obreras

Paliza de los trabajadores al gobernador

Le ganamos el plebiscito a Solá en el Astillero

26 de noviembre 2004

Una de las fábricas más combativas del país -la única que ni Menem ni Duhalde pudieron privatizar- con su sano instinto de conservación, rechazó este intento de Solá y el PJ de permitirle a los funcionarios del PJ manejar la “cajita feliz” de los 400 millones de dólares que podrían significar las reparaciones y construcciones de barcos petroleros para Venezuela. Estos trabajos, sumados a la reactivación de la industria naval, transforman al Astillero en un botín apetecible para los funcionarios del PJ provincial, no sólo por los negociados que puedan encarar, sino porque mediante la S.E. el gobierno de Solá-PJ pueden desembarazarse del Astillero y dejar de aportar el subsidio para garantizar los salarios y su funcionamiento. Es decir que mediante la S.E. podrían lograr lo que la lucha de más de veinte años de los trabajadores les impidió. Por esto cobra suma importancia el categórico y masivo rechazo de los trabajadores, otro triunfo que se suma al de unos meses atrás cuando recuperamos el Cuerpo de Delegados de Secciones.

Lamentable papel de la CCC y el MST

Que las agrupaciones burocráticas ligadas al PJ provincial, como la Azul y Blanca, apoyen el proyecto de Solá se entiende. Que los kirchneristas de la Verde apoyen el proyecto de S.E. también es entendible. Pero lo que es más difícil de entender es que la CCC-PCR y el MST se aliaran a los viejos burócratas de la Azul y Blanca y a la Verde, transformándose en los abanderados de la defensa del Proyecto.
Ambos reivindicaron como “un hecho histórico” (!!!) que los trabajadores podamos elaborar “nuestra ley”, llevando de esta manera a los trabajadores a depositar confianza en esa cueva de bandidos que es la Legislatura provincial, en la que el PJ tiene mayoría.
La CCC-PCR, para tratar de convencer a los trabajadores de votar la S.E. no dudó en afirmar que: “se basa en el rescate de la ley 20.705 ... que impulsó Perón en su última presidencia y que promulgó Isabel Perón”.
El MST llegó a la exageración de plantear que si logramos la S.E. en el Astillero...“después podemos lanzar una campaña nacional para que todas las privatizadas se transformen en S.E...” (!!!).
Ambos no dudaron, en su afán de hacer votar el proyecto de Solá, en utilizar métodos burocráticos: adjudicarse la mayoría del Cuerpo de Delegados de Sección apoyando la S.E., cuando no había un solo delegado que tuviese mandato de su Sección aprobándola. Publicaron un volante con una lista de los Delegados que apoyaban su proyecto, cuando a muchos de ellos no los consultaron para publicar su nombre.

La Marrón: una posición principista 

Desde La Marrón, fuimos los primeros en oponernos y denunciar los peligros de transformar al Astillero en una Sociedad del Estado.
Durante los dos primeros meses de discusiones fijamos nuestra oposición en todas y cada una de las Asambleas de Secciones y Generales, en nuestros boletines, etc.
Planteamos claramente el rechazo a la S.E., mantener un Astillero 100% estatal, exigir la derogación de los decretos y leyes que mantienen la amenaza de privatización, aumento del presupuesto provincial y adecuación de las leyes de contabilidad, para permitir una mayor agilidad en las cuestiones de compra de materiales e insumos.
A medida que avanzaban los días comenzó a crecer una gran desconfianza en los trabajadores y en un sector importante, directamente el rechazo al proyecto.
En el último mes la conducción de ATE Ensenada, que venía siendo parte del bloque CCC-MST-Azul y Blanca-Verde, cambió su posición y comenzó a plantear que tenían muchas dudas de las verdaderas intenciones de Solá. A último momento, también el único compañero del PO en la fábrica, que en los meses previos no participó del debate ni fijó posición alguna, comenzó a plantear una política similar a la nuestra.
En la asamblea del día anterior al plebiscito, ratificamos nuestra posiciones en contra de la ley, y creemos que jugamos un rol fundamental en la decisión expresada en el plebiscito.
La paliza provocada por los trabajadores al proyecto de Solá, sumada al triunfo de hace pocos días de lograr el pase a planta de todos los contratados y el rechazo a la terciarización de los trabajos, el acuerdo impuesto a la conducción de la empresa para la incorporación de los hijos de los trabajadores, fortalece la perspectiva de luchar por mantener un Astillero 100% estatal, el aumento del presupuesto, la derogación de las leyes y decretos privatizadores y el control por parte del Cuerpo de Delegados de Secciones de los ingresos para acabar con el manejo clientelar de los punteros políticos y gremiales.

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