Esta semana comienzan las negociaciones entre las patronales de la alimentación, la Federación de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (FTIA) y el Ministerio de Trabajo. Según declaraciones que hiciera Lucio Garzón Maceda, abogado que representa a la FTIA, estarían reclamando un aumento del 33%, lo que llevaría la categoría mínima de $960 a $1.200. Como verán una verdadera miseria ya que como todos los trabajadores sabemos la canasta familiar supera los $2.000. ¿Llegará el reclamo al 33% cuando el gobierno no quiere más de un 20%

de aumento en los salarios?
En Clarín del 31 de enero Garzón Maceda dice que quieren llevar la categoría mínima a $1.600 ya que esta en la actualidad es de $1.200. Esta es una mentira y una burla a los trabajadores ya que como decimos arriba actualmente es de $960.
La mayoría de los trabajadores nos enteramos de cuánto están negociando por los diarios ya que nuestros “dirigentes” fieles a su forma de ser no informan nada de lo que están discutiendo con los empresarios. Pero esto no es lo único ya que como también es costumbre siempre entregan conquistas cada vez que se discute convenio. En síntesis migajas por más flexibilización y productividad.
Por eso desde la oposición a Daer tenemos que empezar a reclamar asambleas por fábrica donde se vote cuánto de aumento queremos los trabajadores y no las migajas que van a agarrar estos traidores.

Pero no sólo salario es lo que se discute sino las condiciones de trabajo y reactualizar las categorías dado que el convenio está obsoleto en esos aspectos, ¿pero de qué van a hablar estos personajes si hace décadas que no tocan un tornillo o una galletita? Tenemos que elegir delegados paritarios en cada fábrica, votados en asamblea que informen sobre lo que pasa en esas reuniones.
Garzón Maceda nos adelanta que después de firmar para toda la rama pueden abrirse negociaciones por empresa. Esto lo hacen por que como siempre y como lo dice Daer en la revista “Alimentando el (su) futuro”, no van a afirmar nada que perjudique el crecimiento de las empresas. La verdad es que tenemos que pelear para conseguir un salario igual a la Canasta Familiar para todos los trabajadores de alimentación, para los de las fábricas grandes y las chicas, lo demás son problemas de los empresarios.
Muchas empresas de la alimentación y no solamente las grandes están exportando o sea triplicando ganancias. En PepsiCo, la fábrica donde trabajamos, los norteamericanos acaban de invertir U$S 900.000 en renovar la línea más importante de la Planta que la firma posee en Florida, pero también para instalar una línea de papas en Mar Del Plata en la antigua y cerrada (por PepsiCo) Pehuamar y construir una nueva planta de tratamiento de efluentes.
En estas semanas vimos como los petroleros de Las Heras cortaron la ruta levantando dos reclamos: contra el mínimo no imponible y el encuadramiento de los trabajadores de la UOCRA en el convenio petrolero.
Estos dos reclamos deben ser planteados ahora con mucho más fuerza. En nuestro gremio hay sectores que sufren los descuentos, pero hay otro sector grande de compañeros que trabajan tercerizados en las fábricas hay que pelear para que pasen a nuestro convenio, y que se efectivicen a los miles de compañeros que están por agencia o por distintas formas de contratación todas fraudulentas. Si hasta la propia burocracia en su revista tiene que decir que las empresas están trabajando en un 80% de su capacidad.
A Daer y todos los que se van a sentar en la mesa a negociar les importa poco nuestra realidad, por eso al igual que los petroleros, los trabajadores del Astillero, los azucareros del Ingenio Ledesma tenemos que empezar a confiar en nuestras propias fuerzas para imponer nuestros reclamos, que la Verde haya tenido que ir al comedor de Terrabusi a intentar hablar con los obreros y fueran repudiados, y se le pida un básico de $2.000 es todo un síntoma de los días por venir. Por eso ya tenemos que reclamar asambleas en todas las fábricas para que se elijan delegados paritarios que peleen por $2.000 para la categoría inicial, pase a planta permanente de

todos los contratados y tercerizados.