El Congreso Extraordinario de la FUBA de este sábado 25 de abril no tuvo nada de extraordinario. Como advertimos desde En Clave ROJA, el método burocrático mediante el cual se llevó a cabo la convocatoria, decidida entre cuatro paredes en la Junta Representativa de la FUBA (donde sólo votan los presidentes de los centros) con los votos del PO, La Mella y la CEPA-PCR sin consulta con las bases estudiantiles y con sólo dos semanas de anticipación, dio un resultado cantado: fue una reunión en la cual los estudiantes no agrupados se contaban con los dedos de las manos. Al igual que en otras ocasiones, demoró horas en empezar y finalizó en horas de la madrugada. Nada que facilitara la participación estudiantil. En Clave ROJA, que en Filosofía y Letras y Sociales comparte frentes con el PO en base a un programa político para la situación nacional e internacional, nunca ocultó en la conformación de esos frentes las profundas diferencias con el modo con el que esta organización conduce la FUBA y algunos centros. El Congreso de este fin de semana fue una muestra más de que estos métodos siguen primando en la FUBA, y es preciso dar un giro urgente para poner de pie al movimiento estudiantil frente a la crisis capitalista internacional.

La Mella: ¿Hacia “nuevas prácticas” o hacia el statu quo en la FUBA y los centros?

Previendo esa situación, desde En Clave ROJA planteamos en los días previos, mediante una carta abierta a los compañeros de La Mella (que se puede leer en www.enclaveroja.org.ar), la necesidad de ir al Congreso con un objetivo fundamental: para terminar con una FUBA poco democrática y participativa era necesario que el Congreso fuera el puntapié inicial de un proceso de debate para discutir en todas las facultades, en las asambleas, en las comisiones y en los cursos, qué FUBA necesitamos, abriendo un período de unos meses en los cuales se debata qué tipo de organización necesitamos y que finalice en un nuevo Congreso, esta vez participativo, masivo y con protagonismo de las bases estudiantiles, que empiece a escribir una nueva historia para el movimiento estudiantil.

Partíamos de algo que creíamos una coincidencia. En su balance del último Congreso de FUBA, los compañeros de La Mella plantearon que “creemos necesaria una profunda discusión y reflexión (…) y un cambio de rumbo para hacer de la FUBA un espacio de organización y participación cada vez más masivo y activo y una herramienta que sirva para avanzar en conquistas para el movimiento estudiantil y el conjunto del campo popular.”

Lamentablemente, los compañeros de La Mella no hicieron ninguna propuesta concreta para avanzar en este “cambio de rumbo”. Por eso les preguntamos: ¿más allá del discurso, cuáles son los cambios concretos que propone La Mella para democratizar la FUBA? A juzgar por su actuación en el Congreso, ninguno. Pero no sólo eso, sino que fue paradójico que los que se dicen “independientes de izquierda” y que iban a construir centros “democráticos y participativos” hayan votado junto al PO en contra de todas las propuestas para democratizar la FUBA que hicimos desde En Clave ROJA. ¿Dónde quedó el discurso crítico a los métodos burocráticos del PO? ¿Sólo en el discurso? A pesar de lo que dice, La Mella viene actuando en común con el PO de forma tan unificada que en la votación del Congreso hubo tanto acuerdo entre estas agrupaciones como unanimidad en un Congreso del viejo Partido Comunista, bien lejos de las “nuevas prácticas” que La Mella dice promover: primero votó al PO para la conducción de la FUBA sin siquiera obtener a cambio alguna cuestión mínima de democratización de la federación, exagerando el fantasma de la Franja Morada para justificar su política; luego, acordó con el PO la convocatoria a este Congreso sin consultar con las bases estudiantiles; y, ahora, una vez más junto al PO, votó en contra de todas las medidas elementales que propusimos desde En Clave ROJA para construir una FUBA participativa, empezando por la principal que llevó nuestra agrupación que consistía en abrir un debate masivo en todas las facultades para discutir democráticamente entre todos qué FUBA necesitamos, y que termine en un nuevo Congreso democrático, masivo y participativo que vote un nuevo estatuto para la federación. Un cambio de fondo debería comenzar desde nuestra perspectiva por modificar el estatuto actual heredado de la Franja Morada (en el octavo año de conducción de organizaciones de izquierda!), eliminar el sistema de militantes rentados en bares y fotocopiadoras y sortear el 100% de los puestos, democratizar las decisiones sobre qué se hace con el excedente de dinero que resulta de estos espacios, plantear claramente la independencia de las camarillas sin aportarle funcionarios como hacen el PO, el MST y el PCR y realizar congresos abiertos y asambleas interfacultades convocados democráticamente, entre algunas de las medidas fundamentales.

La Mella y el PO, juntos, se pronunciaron en contra de todas estas propuestas y votaron en contra de abrir el proceso de debate sobre la FUBA que propuso En Clave ROJA. Esto tuvo como resultado que una vez más se perdiera la oportunidad de avanzar en construir una FUBA democrática y participativa que luche junto a los trabajadores, justo en el momento en que la crisis capitalista nos pone ante el desafío de ponernos de pie para que la crisis la paguen los capitalistas y no los trabajadores, la salud y la educación.

Compañeros/as de La Mella, los llamamos nuevamente a cambiar el rumbo

Compañeros/as de La Mella: muchos estudiantes han confiado en ustedes la responsabilidad de dirigir dos centros de estudiantes por las críticas que realizaron a cómo algunas organizaciones de izquierda vienen dirigiendo la FUBA y los centros. Algunas de esas críticas nosotros las compartimos, aún partiendo desde posiciones políticas muy distintas, ya que en nuestro caso confiamos en la autoorganización de los explotados y los oprimidos mientras ustedes depositan expectativas en cambios “desde arriba” y por eso apoyan a gobiernos como el de Chávez.

Aún partiendo de esas diferencias, los llamamos una vez más a que luchemos juntos por democratizar la FUBA y los centros. Pero lo hacemos con toda honestidad señalando que desde nuestro punto de vista ustedes vienen equivocándose en algunas cuestiones, no sólo en las señaladas en el apartado anterior sino también en que en los centros que ustedes dirigen desde hace poco tiempo han adoptado un esquema que mantiene el sistema de militantes rentados en bares y fotocopiadoras. Ustedes les llaman “responsables políticos”, pero, compañeros, alguien que sirve café o hace fotocopias no es un “responsable político”, es alguien elegido a dedo por una agrupación para cumplir una función que puede cumplir cualquier estudiante elegido democráticamente por sorteo. Desde nuestro punto de vista, se puede sortear el 100% de los compañeros que se desempeñan en apuntes o en el bar, lo cual nunca se ha podido llevar hasta el final en la experiencia de Oktubre por la oposición de corrientes como el PO, Izquierda Socialista o la 29 de mayo, y también de otras agrupaciones que no estaban en la conducción. Como ustedes saben, En Clave ROJA optó desde hace años por NO tener militantes rentados, aún siendo presidencia del centro.

En el Centro de Estudiantes de Bellas Artes de La Plata, por ejemplo, se sorteó el 100% de los puestos de trabajo y en asamblea se eligieron dos responsables políticos de la conducción del Centro que NO cobran renta (uno de ellos del PTS y otro del PO), que cumplen una función muy diferente a los compañeros/as sorteados, no sacan fotocopias, no son cajeros, no trabajan en el bar, ni cumplen la misma cantidad horaria que los becarios, sino que hacen el seguimiento de los ingresos y egresos y verifican los precios de las imprentas, entre otras cuestiones. Un sistema como éste, votado en asamblea, con una Comisión Revisora de Cuentas real, y un Consejo Ejecutivo-Administrativo integrado por representantes de los becarios, la presidencia del centro, representantes de la Comisión Directiva y delegados de la asamblea, votado en asamblea, ambos espacios en estrecha relación con la asamblea, como estamos discutiendo en Filosofía y Letras, sería mucho más democrático que poner a dedo decenas de militantes que ocupan puestos que podrían ser sorteados entre todos los estudiantes que lo necesiten.

Pero no pretendemos imponer nuestro criterio, pensamos que hay que discutirlo de cara a la base estudiantil. ¿Por qué en lugar de decidir ustedes por sí mismos en Sociales no lo discutimos en asambleas y comisiones? ¿Por qué no consultamos en los cursos? Les proponemos, una vez más, hacer esto en común en Filosofía y Letras, donde En Clave ROJA es vicepresidencia del centro y ustedes la segunda fuerza y ya se están realizando asambleas para discutir este tema y se resolvió llevar las diferentes propuestas de democratización a los cursos, y en Sociales, donde ustedes son presidencia y nosotros Secretaría General. Nuestras fuerzas sumadas serían decisivas para impulsar la democratización de los centros, cambiando el rumbo del “modelo FUBA”. E insistimos con que es necesario llevar un planteo similar a la FUBA, hoy vaciada de participación como demostró el Congreso de este fin de semana.

Lo mismo con respecto al excedente. Ustedes han informado recientemente que en el Centro de Sociales hay un superávit de 67 mil pesos. Nos parece fundamental que discutamos democráticamente qué hacer con ese dinero. A nosotros nos parece que podemos empezar por mejorar el monto de las becas de los compañeros que se desempeñan en apuntes y en el bar, sacar una solicitada en un diario nacional por la aparición con vida de Luciano Arruga y crear un fondo permanente de apoyo a las luchas obreras, además de financiar todas las actividades propias de las demandas docentes y estudiantiles. Les proponemos discutir estas propuestas en asamblea.

Por otro lado, en Filosofía y Letras estamos avanzando en hacer una revista del centro de estudiantes de debate teórico-político. En Sociales nos estamos reuniendo en una comisión con el mismo objetivo, aunque recién dimos los primeros pasos. Les proponemos avanzar en esto y en tener todo tipo de iniciativas como ciclos de debates para discutir las tareas del movimiento estudiantil frente al escenario de crisis capitalista internacional.

Para finalizar, compañeros, creemos que éstas son algunas propuestas que nos permitirían avanzar juntos hacia construir una FUBA y centros de estudiantes cualitativamente distintos de los existentes, en el camino de poner en pie un movimiento estudiantil que esté a la altura de las circunstancias y retome sus mejores tradiciones para luchar junto a los trabajadores para que la crisis la paguen los capitalistas.

Compañeros del PO, un programa necesita miles de estudiantes que luchen por él

En el Congreso hemos votado un programa para que la crisis la paguen los capitalistas, partiendo de la expropiación sin pago de los terratenientes, el no pago de la deuda externa, el reparto de las horas de trabajo con aumento salarial frente a despidos y suspensiones, la estatización bajo control obrero sin indemnización de las empresas privatizadas y de toda empresa que cierre, la nacionalización de la banca y del comercio exterior. Son medidas fundamentales para que la crisis no se descargue sobre los explotados y los oprimidos con más desocupación, precarización laboral y decadencia de la salud y la educación.

Todas estas medidas En Clave ROJA las votó en común con el Partido Obrero (otro volante aparte sería necesario para explicar cómo el PO rebajó su programa en la comisión de crisis financiera y Latinoamérica para no ofender las simpatías chavistas de La Mella), pero partiendo de una gran diferencia: las prácticas que lleva adelante el PO como conducción de la FUBA desde hace más de 7 años, no alientan para nada la construcción de un movimiento estudiantil que se organice masivamente para luchar por ese programa. Las medidas necesarias para que no seamos los trabajadores, el pueblo pobre y los estudiantes los que paguemos la crisis encontrarán la férrea oposición de los capitalistas. Por eso, para imponerlas, necesitamos ser miles de estudiantes los que luchemos por ellas junto a los trabajadores. La casi nula participación de estudiantes independientes en el Congreso mostró que la FUBA, en este punto, va otra vez por el mal camino, y mucho tiene que ver el método de funcionamiento de la FUBA que esta vez, una vez más, se vio en la forma burocrática de convocar al Congreso. Por eso, todas las propuestas de democratización las hacemos extensivas al PO, aunque no podemos dejar de señalar la mayor responsabilidad de esta corriente que desde hace 7 años dirige la FUBA y no hace más que repetir las viejas prácticas que han hecho de la FUBA conducida por la izquierda un espacio bastante ajeno a los estudiantes, lo que, lamentablemente, parece no preocuparles.

En Clave ROJA

(PTS + independientes)

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Frente al Congreso Extraordinario de FUBA