Mientras el PJ avanza con su plan de reforma de la constitución provincial que sólo busca la re-reelección de Fellner, la situación de los trabajadores es de pobreza y miseria.
Ante las luchas de distintos sectores estatales, el gobierno busca el desgaste: “El Ejecutivo está abocado a encontrar una salida elegante, y lo menos conflictiva posible, para evitar que la profundización del reclamo afecte su imagen, el proyecto reformista y principalmente, el delicado equilibrio (de gasto estatal) que ha logrado sostener los últimos años” (El Tribuno de Jujuy, 10/7).
El Frente de Gremios Estatales está en uno de sus peores momentos, sin lucha ni coordinación real; con sus bases desmovilizadas ante la política de sus direcciones de presión, y espera al gobierno.
Hay un nuevo estado de ánimo en los trabajadores de distintas fábricas y empresas ante la inflación y ganancia patronal. Por ejemplo en el Ingenio Ledesma, ante el descontento del sector empaque –unas 600 trabajadoras en negro– llegó el sindicato de rurales UATRE, para aclarar que hacer paro es “ilegal”, atemorizando a las obreras y dilatando la resolución de la cuestión.
En Zapla, ante el aumento de accidentes y las pésimas condiciones de producción (que contrastan con las ganancias obtenidas con el metal de alta calidad), el sindicato llamó a asambleas y hasta amenazó con la “inevitabilidad” de realizar un paro: finalmente no se realizó siquiera una asamblea, y el gremio volvió a las audiencias con Taselli y distintos jefes de la empresa, dejando a las bases obreras en el desconcierto y con un sabor amargo ante su situación cotidiana de explotación. Y en el Ingenio Río Grande de La Mendieta, la Dirección Provincial de Trabajo extendió 5 días más la conciliación obligatoria, con la intención de que se pueda llegar a acordar entre empresa y sindicato un aumento salarial del 19% (el techo que hay establecido a nivel nacional entre Kirchner, Moyano y la CGT). Incluso en Jujuy hay una promesa del gobierno de “reestructurar” la Dirección de Trabajo, “abriéndola”, para que algún miembro de la CGT-Jujuy la integre.
El gobierno lleva adelante la política preventiva, de negociación en pos de evitar huelgas ante los reclamos obreros y mantener la “paz social”, empleando a los actuales dirigentes sindicales, funcionales a los planes del gobierno.
El nuevo fenómeno de lucha es el de los trabajadores en negro, quienes han puesto en pie una Coordinadora de Trabajadores Estatales en negro (que cuenta con el apoyo del Perro Santillán) con trabajadores de sanidad y educación, donde se destaca como el sector más combativo los trabajadores municipales precarizados, quienes con su método democrático de organización (asambleas, delegados revocables) y persistencia en la lucha, pese a la situación adversa, siguen exigiendo el pase a planta permanente y la unidad con los trabajadores “en blanco” del SEOM.
Estos fenómenos de luchas obreras deben comenzar a articularse como una genuina oposición a los planes patronales, e independirntes del Estado y los patrones.