Después de 15 años ha aparecido nuevamente el proletariado industrial con sus métodos de lucha. Asambleas generales en planta, fue el primer rasgo, el 7 de febrero en VolksWagen Pacheco, donde arranca un reclamo de 50% de aumento, con quite de colaboración y trabajo a reglamento, reclamado por la base obrera. Si bien son dirigidas por la burocracia peronista, ésta necesita plebiscitarse para mejorar una imagen corroída por los despidos y suspensiones masivas de los años "90. Se producen movilizaciones internas, con batucadas en la oficina de personal, para presionar a las patronales multinacionales acostumbradas a más de una década de agachadas y sobornos a los dirigentes gremiales.

La paritaria nacional

Se reúnen días antes del 1° de Mayo, los delegados de Ford, General Motors de Rosario, VW Pacheco y Córdoba y Mercedes Benz, para amenazar a las terminales con un conflicto duro. Las asambleas generales aplauden la unidad de varias fábricas de la misma rama como forma de terminar con los miedos (despidos sobre todo). Allí se vota el paro escalonado que en 8 días terminará en paralización completa y movilizaciones. La disposición de los trabajadores era de medidas contundentes. Ante el anuncio de despidos de 320 contratados en GM, se amenaza con paralizar la planta al primer despido contando con la solidaridad de las otras terminales.

Comienza el plan de lucha...

Y ahí nomás la burocracia empieza a contradecir el ánimo de lucha de la base. Se para sólo 2 horas por turno y por sector, que en algunos casos como Ford y VW Pacheco, tienen como resultado la inactividad de las plantas. Cuando el conflicto recién empieza, con un 100% de acatamiento, José Rodríguez (Sec. Gral. SMATA Nacional) lo levanta voluntariamente por 10 días, sin ninguna concesión de las empresas, ante la sola presión del Ministerio de Trabajo de Kirchner. Una vez más el ministerio junto a las empresas, con el aval de los dirigentes gremiales, frenan la voluntad de lucha de los trabajadores.

La burocracia sindical comienza con la división

Asustado por el potencial combativo de las bases, Rodríguez llega a un acuerdo en GM Rosario y comienza a dividir a los trabajadores. En las plantas que quedan en conflicto se empiezan a escuchar críticas contra el SMATA por haberle dado “aire” a las patronales y lamentándose por la desmovilización de una base obrera que venía firme por los $2000. Igual el quite de colaboración (horas extras) y el trabajo a reglamento, lleva a un duro enfrentamiento entre los obreros y los supervisores, muchas veces sin la “defensa” de los delegados y el gremio. 

SMATA retoma el plan de lucha

Ante pedidos cada vez más fuertes de la base de profundizar, y la delicada situación económica, la burocracia mantiene el paro de 2 horas escalonadas por turno. La división sigue con la firma de VW Córdoba de un salario promedio de $1500. Una asamblea multitudinaria en el sindicato, recibe con silbidos a Omar Dragún (Sec. Gral. SMATA Córdoba) y un sector importante cuestiona a la dirigencia por “meter miedo” con la amenaza de despidos en caso de continuar. Se termina votando por un escaso margen (55% a 45%) la propuesta de la fábrica avalada por la directiva.

Movilización a Trabajo

Las bases en asamblea cuestionan no seguir el paro y le reclaman a Rodríguez micros para garantizar la masividad de la concurrencia. Miles de mecánicos marchan en el mismo momento que Moyano se reunía con el gobierno y las cámaras empresariales. Una vez más, la CGT le da la espalda a los trabajadores en conflicto, manteniendo su amistad con el gobierno de K. Rodríguez enfila la bronca obrera hacia los trabajadores de VW Córdoba, profundizando una política “divisionista” entre obreros.

¿Casi una toma de planta?

El lunes, estalla la bronca obrera en VW Pacheco, ante la falta de pago de la quincena trabajada, y los trabajadores se niegan a ingresar, e impiden que entre y salga ningún jerárquico. Comienzan a desconocer el derecho de propiedad a los representantes de la patronal. Muchos trabajadores de Ford (las 2 plantas están juntas) se acercan a solidarizarse con sus compañeros de VW. Los mismos caminan posteriormente a la puerta de Ford y, portón mediante, votan un corte de Panamericana para el día después.

El histórico corte de panamericana

Así lo sentían los compañeros de Ford, VW y Mercedes. No era para menos. 10 km de cola de autos y camionetas 4x4 que veían que ya no eran solo los compañeros piqueteros los que cortan sino los obreros ocupados, que ven como las multinacionales amasan fortunas.

El gobierno y las clases dominantes empiezan a entrar en una profunda preocupación por la entrada en escena de los destacamentos obreros más grandes, y la expresión social que puede adquirir al salir afuera de los “alambrados” de las fábricas.

El ”laudo” ministerial

El gobierno obliga a las empresas (por primera vez en muchos años) a que “aflojen” un poco, aunque no lo que pedían los trabajadores. Chrysler- Mercedes Benz se negaba. Pero más allá de cómo termine el conflicto (que va a ser favorable a los trabajadores) se desprenden conclusiones muy importantes:

1- Después de muchos años los trabajadores de la industria empiezan a recuperar la confianza en su propia fuerza, como lo demuestra el SMATA y en menor medida la UOM (los 2 gremios de más peso en la industria).

2- La patronal y el gobierno están en contra nuestro, con la complicidad de los dirigentes sindicales (peronistas la mayoría). Para ganarle por knock out y conseguir lo reclamado, tenemos que lograr la unidad (en primer lugar de los trabajadores de la rama, pero más fuertes seremos cuanto más apoyo de otras organizaciones obreras tengamos)

3- Para conseguir esa unidad para la lucha hay que cambiar a los dirigentes sindicales del gremio y de las fábricas. Organizarnos ya para que cuando las condiciones lo permitan compañeros honestos y combativos estén al frente de nuestras organizaciones.

Pd: esta narración fue un suceso seguido por miles de obreros mecánicos día a día, y sus conclusiones las de varios activistas en cada planta.