Después de casi dos meses que se iniciara el paro de los trabajadores municipales de Jujuy, se llega a un acuerdo con los intendentes y el gobierno provincial. Había comenzado con reclamos particulares pero se extendió a los municipios del interior al conocerse que el aumento salarial llegaba a los $20 en el mejor de los casos, cuando el gobierno unos meses antes había acordado un 10% de aumento. A estos reclamos se le sumaron la recategorización y el pase a planta permanente de los contratados y jornalizados.
Mientras en San Salvador se endurecían las medidas, el Intendente del PJ Martiarena, reaccionaba intimando a los trabajadores, tratando de romper la huelga con los punteros y la policía. El sindicato municipal, el SEOM, respondió con dos masivas marchas provinciales que metieron presión al gobierno, pero que en ese momento no tuvieron respuestas. El gobierno se jugó a la confusión y al desgaste, pasándose la pelota los intendentes y la provincia. Pero en todo momento los trabajadores se mostraron dispuestos al diálogo.
Una de las medidas fue un acampe frente a Casa de Gobierno, donde los municipales decidieron ir a la huelga de hambre mientras recibían la solidaridad de varios sindicatos y de comisiones de desocupados. El Gobierno de Fellner se preparaba, con sus secuaces los intendentes, para asistir a la plaza de Kirchner. Los medios de comunicación realizaban una campaña feroz para desacreditar las medidas de los trabajadores.
Cuando parecía que todo iba a un callejón sin salida, el 26/5 se comunican desde el foro de intendentes para ofrecer una propuesta de acuerdo. Ese mismo día los delegados junto al Sindicato salen triunfantes con un acuerdo firmado entre las partes. El acuerdo de 5 puntos establecía:
1. Que el gobierno provincial enviará hasta un 3% más de la asistencia financiera a los municipios, que deberán utilizar para mejorar los servicios y también la situación de los trabajadores.
2. Romper el techo que se paga por antigüedad de 30 a 36.
3. Se blanquearán los diferentes adicionales al básico.
4. Se recategorizará a los empleados municipales, según los parámetros de la administración publica.
5. Con respecto al reclamo salarial, se acordó que se iniciará una mesa de diálogo con los demás sindicatos estatales (ATE y ATSA) para discutir los aumentos salariales. 
El sindicato afirmó que esto no es una solución de fondo a los reclamos. Hay que decirlo, en el punto central, “el salarial”, no se lograron mejoras, dejando para el mes de junio las discusiones.
Desde el PTS nos solidarizamos con la lucha de los trabajadores municipales, como también planteamos que es necesario que se pelee por un verdadero aumento salarial equivalente a la canasta familiar y ligado al aumento de la inflación. Como también el pase a planta permanente de todos los trabajadores municipales contratados, jornalizados y con planes sociales. Para conseguir estos reclamos es necesario coordinar el reclamo municipal con todo el Frente de Gremios.