El martes 13 se hizo una jornada de protesta en la legislatura donde se esperaba que los diputados aprobaran el proyecto de ley que prevee la "recomposición" de los precios de las obras públicas y los materiales tras la devaluación, exigida tanto por los empresarios de la construcción como por la burocracia sindical de la UOCRA, para reactivar la obra pública. Mientras ellos se movilizaban para exigir la aprobación de esta ley junto al Colegio de Arquitectos y desocupados influenciados por la CCC, un centenar de obreros de la Comisión de Desocupados de la Construcción de Palpalá y trabajadores de Alto Comedero, cortaban la ruta 66 denunciando la trampa de los empresarios, el gobierno y el sindicato, que pretenden utilizar a los trabajadores de la construcción para licuar sus deudas y mantener sus negocios; al mismo tiempo exigían “trabajo genuino y digno” y que se vaya toda la burocracia. Esta misma medida se repetiría el jueves en el marco de una situación de parálisis de la construcción que desde hace meses, ha dejado a miles de obreros y sus familias desocupados.

La situación
Desde la toma del sindicato de la UOCRA-Jujuy en febrero de este año, contra el “abandono” de los burócratas y por “trabajo genuino”, los trabajadores desocupados de la construcción han tenido que sortear muchos obstáculos. Conformaron su comisión provincial, que dirigida por Avalos fue luego cooptada rápidamente por Galián y toda la mafia de la UOCRA, logrando una tregua abierta a pesar de las causas que mantiene el sindicato sobre los trabajadores que tomaron el gremio. Ese fue “un día memorable” para el gobierno, la patronal y el burócrata de Galián, ya que se logró cooptar algunos dirigentes, dividir y desorganizar a los trabajadores por míseros planes y bolsones que nunca se hicieron efectivos; logró que le diera más fuerza a la patronal y la burocracia para llevar ahora a todos tras el reclamo de esta nefasta ley de “recomposición” de los precios y garantizar así los negocios de estos esclavistas.
Al día de hoy esa Comisión Provincial de trabajadores desocupados de la construcción está desmembrada y es sólo un sello utilizado por Avalos.
Pero en los últimos días, la Comisión de Desocupados de Palpalá, después de haber hecho varias experiencias y superando muchos problemas, demuestra con su nueva dirección democrática que está dispuesta a pelear, planteando una alternativa de lucha distinta.

La Comisión de Desocupados de Palpalá

Esta comisión ha dado grandes pasos planteando la justa lucha por trabajo genuino y denunciando el paliativo de las bolsas de comida y los planes “sociales” de miserables 150 lecops; por la recomposición salarial tras la devaluación y por recuperar el gremio para la lucha. Ellos se reúnen semanalmente en asamblea y eligen a sus dirigentes democráticamente, los que son revocables; pero todavía tiene muchos desafios por delante, pues no basta con estos reclamos.
Ellos deben levantar una salida propia claramente alternativa a la trampa del gobierno y los empresarios, que les dé perspectiva: como el reclamo de la reapertura de todas la obras paralizadas bajo control de sus mismos trabajadores y la exigencia de un plan de obras públicas bajo control obrero que dé soluciones a todos los problemas de infraestructura del pueblo: viviendas, escuelas, hospitales, caminos, etc., exigiendo al gobierno que ponga a disposición las maquinarias para las mismas y los fondos que estarán administrados directamente por los trabajadores y vecinos de cada barrio de forma transparente y democrática, contra la malversación del gobierno y las licitaciones “infladas” y truchas de los empresarios.
Un plan así puede dar trabajo estable y digno a miles de desocupados. Podría ganar el apoyo de todo el pueblo, en primer lugar los trabajadores desocupados a quienes quieren usar como mano de obra barata. También convocaría el entusiasmo de trabajadores de la salud, docentes y vecinos que denuncian el deterioro edilicio y la falta de soluciones, y entusiasmaría a otras comisiones de la construcción de la provincia.
Para llevar esto adelante es necesario fortalecer la organización y la lucha y recuperar el sindicato del burócrata Galián; pelear contra el divisionismo impuesto por Avalos entre las comisiones de la construcción, llamando a su reorganización democrática en un plenario provincial de delegados -1 delegado cada 20 trabajadores-, que ratifique la pelea por trabajo genuino y digno, contra la trampa de los planes “sociales” y los negociados del gobierno y los empresarios, y se vote un plan de lucha. Esta pelea tiene que ser parte de la coordinación con otros trabajadores estatales, privados y desocupados contra los planes de ajuste del gobernador Fellner, los empresarios y el FMI.

Los protagonistas

“Queremos que toda la obra pública de la provincia se reactive, como así también la obra de Paso de Jama. ¿Y los empresarios? Yo opino como el resto de los compañeros. Ellos se quieren llevar la tajada más grande, como siempre han hecho. La quieren toda para ellos y para el obrero nada. Quieren que les recompongan los precios y para el obrero sólo migajas nomás. Y ahora más los políticos que nos quieren largar con bolsones de mercaderías, que no te duran 30 días. Pan para hoy y hambre para mañana.”
Obrero de la construcción

“Estamos en contra de Galián, queremos que se vaya del gremio; y la vamos a seguir peleando hasta que se vaya. Este señor no nos representa. No nos respalda nada. Como cuando salió a decir ‘si ustedes son desocupados ya no pertenecen más al gremio’, siendo que nosotros le hemos dado de comer al señor aportando todo el tiempo que trabajamos. Él y su gente no le dan nada de apoyo al obrero.”
Obrero de la construcción

“Estamos en un plan de lucha, porque se está por firmar el acuerdo de la ley 4777 que es la recomposición de precios. Los acuerdos que se están formando van a beneficiar realmente a las deudas que tienen los empresarios con las provincias y la nación. Porque la plata del presupuesto 2002, son 25 millones que van a quedar en manos de los empresarios ¿y con qué plata vamos a hacer las obras que se vienen para hacer? Hay más de 300 obras para rehacer y resulta que no hay plata. No va a quedar plata porque ellos van a pagar las deudas. El empresario quiere la recomposición de precios para cobrar tres veces lo que hizo el año pasado, la deuda que le debe el Estado. Con nuestra lucha vamos a ir a la casa de piedra a pelear para que se recomponga el salario del obrero. Acá hace más de 20 años que viene el obrero de la construcción ganando $1.24. Como el sindicato es oficialista, son traidores a la clase obrera, nunca hay elecciones y siempre siguen los mismos. Tanto a nivel nacional como a nivel provincial. Tenemos al secretario general a nivel nacional que es G. Martínez que es diputado nacional... entonces ¿cómo puede ser un secretario que defiende al obrero, diputado? Es una traición abierta. No nos sirve de nada que si la ley se firma y el empresario manotea la guita y quedamos afuera como antes y peor, ya que ganando 1.24, que significan 120, 130 pesos por quincena, trabajando de 9 a 12 hs., y el obrero de la construcción va a tener que someterse al empresario. No nos sirve. Lo que se está por firmar es por el sindicato traidor que nos va a dejar postergados legalmente; cuánto tiempo no sabemos... Ellos [los del sindicato] no tienen aval. Hicieron una marcha y dijeron que hubo 1500 personas, pero los muchachos fueron presionados y llevados a la fuerza frente de la casa de piedra para que marchen con los empresarios y los traidores del gremio; apretados ahí los vagos de la obra. Esta es gente que ya está trabajando, son como 300, y más que eso no llevaron.
Esta lucha es grande y ellos lo saben. Si el secretario general gana 400 pesos como dicen ellos, no puede ser que tenga una casa de 300.000 dólares. Son traidores que están endulzados por la guita que les dan los empresarios. La gente tiene tanta bronca que ya ni va al gremio a hacerse atender por los médicos. Sabemos que están todos contra ellos. Capaz que van, porque saben que al menos les consiguen una bolsa de mercadería, pero nosotros peleamos por la nuestra y también conseguimos para nuestra organización en Palpalá. Estamos en la lucha esa, pero no queremos eso nosotros. Nosotros queremos puntualmente trabajo genuino, que el obrero de la construcción como está acostumbrado a ir a trabajar a la obra, le den el trabajo y el salario que corresponde, que se gana con su capacidad como corresponde. Y un sindicato sano, libre de traidores. Esta es nuestra lucha.”
Pedro García, delegado activo de la empresa Roggio