logo PTS

Mundo Obrero

EL CUERPO DE DELEGADOS DE METROVIAS LANZA LA CAMPAÑA POR SU PROPIO SINDICATO

La causa del subte es de todo el movimiento obrero

Después del rotundo rechazo de los trabajadores a la elección fraudulenta de UTA, expresado en el paro del viernes 12 de diciembre, los trabajadores del Subte se preparan para defender su organización de base e impulsan la creación de un sindicato propio. La pelea que tienen por delante será un hito para amplios sectores de la clase trabajadora.
La Verdad Obrera presenta una entrevista a Claudio Dellecarbonara, integrante del Cuerpo de Delegados del Subte

PTS

8 de enero 2009

LVO: ¿Cómo llegó el Cuerpo de Delegados del Subte a la conclusión de que hay que hacer un sindicato propio?

Fue la conclusión lógica sacada por los trabajadores después del último paro. Durante años fuimos objeto de todo tipo de entregadas y patoteadas, muchas de ellas de trascendencia pública. Sin embargo, hace meses los trabajadores veníamos exigiendo la convocatoria a elecciones libres y democráticas: las únicas respuestas fueron el fraude, las maniobras y la acción de una patota “recorriendo las líneas” con el aval de Metrovías. En este contexto, tuvo lugar la elección trucha del 12/12 en la que casi nadie votó, y así intentan dejar en la ilegalidad a la organización histórica de los trabajadores de los trabajadores del Subte.

LVO: ¿La decisión tiene que ver con la posibilidad que abrió el fallo de la Corte sobre “libertad sindical”?

La UTA intentó dejarnos sin opción, pero nosotros tenemos la nuestra y la vamos a aprovechar. Pero la cuestión es más de fondo. Desde hace un tiempo, sindicato y empresa (con la complicidad del gobierno) se propusieron destruir nuestra organización. El Cuerpo de Delegados del subte es una construcción colectiva, de lucha, que lleva casi 15 años. Comenzamos organizándonos en secreto (para evitar represalias) contra los efectos de la derrota que implicó la privatización. Luego vinieron las primeras elecciones de delegados, donde logramos una minoría. Más tarde, la lucha por la estabilidad laboral y la recuperación del conjunto del Cuerpo de Delegados con el cual pudimos parar la eliminación de categorías y finalmente recuperar las 6 horas; un triunfo resonante que llevó a que la organización alcanzada en el subte sea identificada por los medios como el surgimiento del “sindicalismo de base”. El cuerpo de delegados surgió como un modelo sindical opuesto al que representa la UTA y es esta experiencia, ejemplo para el conjunto del movimiento obrero, la que pretenden borrar.

Por lo anterior, queda demostrado que mantener las conquistas actuales y conseguir las pendientes sólo podrá lograrse mediante una organización democrática y combativa.

El sindicato propio tiene hoy un fundamento concreto porque es la única manera de mantener y profundizar nuestra organización. Se trata de construir un sindicato para contar con los medios legales que aseguren la existencia del Cuerpo de Delegados.

LVO: ¿Cuáles son los pasos a seguir?

De forma unánime, en el Cuerpo de Delegados, resolvimos lanzar una gran campaña para realizar en las primeras semanas de febrero una elección, a modo de plebiscito. La idea es refrendar, una vez más, la voluntad de los trabajadores a favor de un gremio propio del Subte. Queremos convertir a este plebiscito en un hecho de gran trascendencia convocando a personalidades nacionales e internacionales de los ámbitos políticos, de derechos humanos, sindicales, populares, estudiantiles. También convocaremos a los medios de prensa para que registren el evento. La idea es transmitirlo en directo vía internet y organizar activamente a los compañeros para evitar las posibles provocaciones.

Con el pronunciamiento masivo de los trabajadores en el plebiscito, tenemos plenos derechos para convocar a la elección de Cuerpo de Delegados con la modalidad decidida en las asambleas, por ejemplo que éstos se elijan por categorías y por turnos para hacerlo más amplio y representativo.

Mientras tanto continuaremos impulsando los petitorios impugnando la elección, desconociendo a los “deletruchos” y refrendando a nuestros legítimos representantes. Hasta el momento la respuesta ha sido contundente. Por ejemplo en la línea B ya firmaron más del 70% de los compañeros.

LVO: ¿Cuál deberían ser para vos las bases de ese sindicato?

La lucha unitaria que tenemos por delante debería estar acompañada de un debate sobre las características del nuevo sindicato. En mi opinión, debería ser un sindicato clasista, antipatronal e independiente del Estado, que retome las mejores tradiciones del movimiento obrero, en cuya base la democracia sindical figure como un punto inamovible, donde todo sea discutido y votado en asambleas, por turno o generales. Entre otras cuestiones, y a diferencia del funcionamiento verticalista de la burocracia sindical, nuestro gremio deberá estar organizado de abajo hacia arriba, es decir acatando los mandatos de las bases.

El sindicalismo tradicional “educa” – y en esto Fernández es un maestro – en que los trabajadores no debemos tener ideología. En oposición a esta “ideología burocrática”, nuestro sindicato debería promover la libertad de todas las opiniones y posiciones que expresen los intereses de los trabajadores. Un aspecto de vital importancia, además de defender los derechos obreros, es profundizar los lazos con los usuarios que sufren el mal servicio, los aumentos de tarifas, como el que hoy se está discutiendo y las políticas anti-populares de empresas privatizadas como Metrovías.

Al mismo tiempo, la elaboración del nuevo estatuto deberá surgir de las discusiones y votaciones de las asambleas. Yo creo que deberíamos sostener la revocabilidad de los mandatos de delegados, secretarios generales, integrantes de la comisión directiva, o cualquier miembro de la nueva organización mediante el voto directo de los trabajadores. El estatuto de los compañeros del sindicato ceramista de Neuquén, el SOECN, es una referencia a tomar.

LVO: ¿Qué más querés agregar?

Por el enorme peso social y político que le otorga el transportar diariamente un millón y medio de personas en la ciudad más importante del país y por su trayectoria, la experiencia del Subte es una referencia de organización y lucha. Más aún en esta situación de crisis mundial en la que el movimiento obrero comienza a sufrir ataques.

Tenemos que tomar conciencia que nuestra pelea por el sindicato puede marcar una nueva perspectiva para los trabajadores del país y que la patronal, la burocracia y el gobierno intentarán impedir que se desarrolle este ejemplo. Por eso, la defensa de esta causa que impulsamos desde el Cuerpo de Delegados del Subte tiene que ser de todo el movimiento obrero. Tiene que servir de aliento para que millones de trabajadores sin representación gremial, en su mayoría precarizados, elijan a sus propios delegados.

En lo inmediato nuestro gran desafío es fortalecer los organismos de discusión y decisión y rodearnos de toda la solidaridad posible poniendo en pie una amplia campaña en defensa de los trabajadores del Subte.

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados: