Los obreros municipales y estatales de Caleta Olivia y Pico Truncado vienen llevando a adelante una pelea durísima contra el gobierno de Sergio Acevedo, que abre una crisis provincial que golpea a Kirchner. Ante las declaraciones del gobernador kirchnerista, que “no se pueden aumentar los salarios”, los trabajadores le contestaron con asambleas masivas, tomas de municipios y cortando las rutas provinciales.
Kirchner, cuando era gobernador, mientras entregaba los recursos naturales a las petroleras imperialistas que despidieron a miles de trabajadores, para atenuar la desocupación extendió el clientelismo estatal bajo condiciones negreras. El sueldo básico ronda los $30 y $60, y el resto es no remunerativo. Se trata de un sector muy precarizado, donde se extienden los contratados y el trabajo en negro.
Exigen el pase a planta permanente de todos los contratados, el aumento de la asignación familiar de $80 a $120 , un incremento salarial del sueldo básico y el reconocimiento como remunerativos de los $200 dados por decreto. Los trabajadores de Caleta Olivia llevan 50 días de huelga, tomas y piquetes. Los de Pico Truncado, más de 30 días. En ambas localidades rechazaron la conciliación obligatoria. Las asambleas son masivas, y en Caleta más de 3.000 trabajadores ratificaron este martes el plan de lucha y las medidas de acción directa. En Pico Truncado, el intendente junto con los concejales pretendió avanzar con 30 policías sobre la municipalidad cercada y fueron rechazados. Tras este hecho extendieron su guardia sobre la Telefónica y comenzó a circular por el pueblo la exigencia de renuncia de todo el gabinete municipal. 

”Nos cansamos de ser pobres…”

Los dirigentes sindicales de ATE y de la COEMA (Confederación de Empleados Municipales Argentinos) fueron desbordados. Uno de ellos decía tras una asamblea: “nosotros hasta acá hemos podido sostener la situación (…) los trabajadores han resuelto seguir y nosotros debemos avanzar en esa dirección sino nos llevarán puestos a nosotros también”1. Ante la dinámica impuesta por los trabajadores y la pérdida de contención burocrática, el gobierno impulsa “mesas de diálogo” junto a comerciantes y “entidades intermedias”.
La lucha obrera golpeó las filas kirchneristas. El gobernador llegó a amenazar con la renuncia y el peronismo provincial ha sentido el impacto. Un grupo del PJ de Caleta Olivia planteó que de no presentarse una propuesta acorde “para destrabar el conflicto (…) desconocería como autoridad al dirigente y presidente del consejo partidario, Daniel Notaro.”2 Algunos analistas aseguran que el kirchnerismo tendrá problemas en remontar en su provincia las próximas elecciones. Otros aconsejan que el apellido Kirchner figure en las listas de Santa Cruz (Cristina o Alicia) para contener y paliar el conflicto abierto. Los trabajadores, en cambio, opinan otra cosa: “nos cansamos de ser pobres en una tierra llena de riquezas”.