En estos cuatro meses de largas negociaciones entre el gremio (SUTNA-CTA) y las empresas Firestone, Fate y Pirelli, los obreros del neumático empezamos a demostrar nuestra predisposición a la lucha.
Realizamos dos asambleas generales en la Federación de Box, en una de las cuales se resolvió parar el 19 de mayo por 24 horas. Esta medida fue arrancada por el conjunto de la base obrera a la directiva del sindicato, ya que el secretario general del SUTNA (Sindicato Unico de Trabajadores del Neumático Argentino), Pedro Wasiejko, quería hacer aprobar la propuesta de las patronales. 
Después de haber realizado un paro de todo el gremio (¡en Fate hacía 15 años que no se paraba!) el sindicato empezó a buscar una nueva vía de negociación en lugar de organizar la lucha. La dirección del gremio lanzó una amenaza de paro de 48 horas al tiempo que juntaba avales para negociar a su voluntad en lugar de someter las decisiones a las asambleas. Esto fue sembrando la confusión en la base y debilitando la predisposición a la lucha.
Sin haber presentado las firmas públicamente –como le exigían muchos compañeros–, el conjunto del gremio realizó un nuevo acuerdo con las patronales de negociar por un 14%. Se negaron a realizar una nueva asamblea general para que los obreros aprobáramos o rechazáramos esta propuesta. En cambio, en acuerdo con las patronales, realizaron un plebiscito que estuvo controlado por el sindicato, sin la posibilidad de que pudieran haber fiscales independientes de la patronal y de las listas sindicales (Violeta y Bordó) que colaboran con las patronales.
El plebiscito realizado por el sindicato habría dado como resultado que la mayoría de los compañeros aprobaron el acuerdo. Es decir, la burocracia de la CTA termina arreglando por el 14%, traicionando la lucha y demostrando que al igual que la CGT, está al servicio de la patronal y de los planes del gobierno. Ni siquiera logramos un miserable 20% de aumento, como consiguieron los gremios de comercio y alimentación. Y eso que Cavallieri y Daer son lo peor del menemismo en el movimiento obrero. Luego de esta negociación miserable, la empresa junto con el sindicato iniciaron el ataque contra los activistas despidiendo a seis compañeros de Fate. Los trabajadores debemos sacar la conclusión de que las burocracias de la CGT y la CTA son lo mismo, y que la única forma de luchar por nuestros derechos es derribándolas, organizándonos por la base e imponiendo asambleas resolutivas, eligiendo allí a los delegados que dirijan la lucha sometiendo todas las decisiones a estas asambleas.