En el acto oficial de la Plaza del SI no hubo un solo anuncio a favor de los trabajadores y el pueblo. Será por eso que el empresario Franco Macri envió una carta al presidente con felicitaciones por el “éxito del 25 de Mayo” . En un gesto que puso incómodo hasta a su hijo Mauricio, este modelo de empresario menemista dice que “recibimos un mensaje de esperanza: el país, el pueblo y todos los sectores que deban colaborar con la reconstrucción de la Argentina”. Dicen que “el medio es el mensaje”: una carta de felicitaciones justamente de quien esta acusado de estafa en el manejo del Correo Argentino es todo un símbolo. Y al que Kirchner le dio hace poco la concesión del Ferrocarril Belgrano Cargas para que la comparta con Benito Roggio, otro de los grandes beneficiados con las privatizaciones menemistas en los subterráneos. También después de la Plaza del SI, Kirchner volvió a permitir las exportaciones de carne sin tocar las superganancias de “la patria ganadera”. Las criticas de la derecha más reaccionaria –y de Elisa Carrió– a Kirchner por su “discurso confrontativo” no tienen asidero. La patria empresaria está feliz con Kirchner.
El gobierno pretende ocultar que gobierna con el consenso de los grandes empresarios, atacando a los viejos militares genocidas. En el acto del Día del Ejército en el Colegio Militar volvió a hacer la misma maniobra que en el acto del 25 de mayo subiendo a las Madres y Abuelas al palco, mientras en la Plaza estaba el PJ que indultó a los genocidas bajo el gobierno de Menem. El gobierno busca un “blanco fácil” en los popularmente odiados genocidas, para hacer pasar la concertación con la “patria empresaria”, la burocracia sindical y los viejos punteros del PJ y la UCR que se pasan al gobierno.