La semana pasada fueron brutalmente reprimidos más de 200 trabajadores desocupados y 47 de ellos encarcelados mientras se manifestaban por trabajo genuino en Cañadón Seco, en el norte de Santa Cruz. Los trabajadores habían tomado una planta de deshidratación de petróleo, tras reclamar durante varios días para que se concretara el trabajo prometido. El eje del reclamo obrero es sobre 150 puestos de trabajo de los 310 que habían alcanzado en agosto del año pasado, que las petroleras incumplieron y el Estado protege mediante balas y palos. Al cierre de este número la mayoría de los presos habían recuperado su libertad, pero aún se encuentran 6 manifestantes detenidos.
Este trazo represivo del gobierno es extensivo a nivel nacional. Los presos de la legislatura, Caleta Olivia, Pico Truncado, Castells y los actos represivos sobre los movimientos de desocupados son moneda corriente. Hay más de 4000 luchadores procesados y en las cárceles decenas de presos políticos. Vale recordar la patota de matones que, como gobernador de Santa Cruz en el 2002, mandó contra los asambleístas que tomaban las calles para inferir que no se trata de algo nuevo en Kirchner sino parte esencial de su bagaje como político patronal.
En la Patagonia esa unidad de intereses entre el kirchnerismo y las petroleras imperialistas está aun más marcada y crece cada día. Como un agente de las multinacionales, Kirchner ordena reprimir y responde a palos y a tiros ante cualquier reclamo por trabajo genuino o lucha por los mínimos derechos a la existencia; a la supervivencia. La violencia estatal que desatan sobre los trabajadores ocupados y desocupados en Santa Cruz es otra muestra de que el gobierno está dispuesto a golpear a los luchadores obreros y populares.
“Caleta Olivia está militarizada -comenta Jorge Mansilla, militante del FOS, desde el sur-. En estos momentos hay una cantidad de efectivos policiales enorme. Por dónde uno ande se cruza con gendarmes. Calculamos que son más de 500; casi todos de otras regiones.” La represión es violenta e indiscriminada. La carga policial se aplicó sobre familias enteras, niños y gente mayor. “Fue terrible; los golpearon a culatazos; los ataban con alambres y precintos, y los subían a los micros de Repsol. Una vez en la comisaría fueron pateados y torturados. La mayoría de los compañeros liberados están heridos y tuvieron que ser atendidos en el hospital.”
Kirchner se proclamó como hijo de las Madres de Plaza de Mayo y recientemente Cristina dijo que Evita hoy estaría con las Madres y las Abuelas, sin embargo en el sur, en su tierra, la represión y la tortura es norma. “A los compañeros en las comisarías -continuaba Mansilla- los pateaban a cada rato en el piso. Los torturaban y los obligaron a denunciar a los voceros y dirigentes del grupo. Les hicieron firmar declaraciones bajo amenazas y golpes. Ya iniciamos las denuncias correspondientes, y vamos a marchar en toda la región. Hemos convocado una movilización conjunta de trabajadores ocupados y desocupados junto con la comunidad, que rechaza y está indignada, por la inmediata libertad de los compañeros presos, repudiando la represión y que las petroleras cumplan con los puestos de trabajo comprometidos.”