Esta semana se cumplieron dos meses de prisión de los compañeros de Caleta Olivia. Están detenidos por atreverse a reclamar y por luchar por trabajo genuino. 
Esta democracia para ricos, cada vez menos “democrática” y cada vez más desfachatadamente contra los trabajadores y el pueblo pobre son quienes los mantienen privados de su libertad. Los presos de Caleta Olivia son el símbolo de la mano dura y la entrega que sufrimos día a día. 
Los compañeros vienen sosteniendo mediante una moral altísima una huelga de hambre desde hace 16 días, y el día de ayer dos de ellos radicalizaron la medida llevando la misma a una huelga de hambre seca (sin injerir ningún líquido). Y hoy no sólo debemos ver los daños irreversibles en su salud física y psicológica, sino que corre peligro su propia vida. El gobierno es totalmente indiferente a la posibilidad de la muerte de estos trabajadores. Y su liberación sólo se podrá conseguir con una campaña amplia, y de unidad, pero sobre todas las cosas activa en conseguir fondos para la lucha y garantizar que las movilizaciones como la que se va a realizar el día 20/11 en Caleta (en cuya fecha se presume la visita de Kirchner y su esposa) tenga la fuerza capaz de liberar a nuestros hermanos de clase.
Este martes la justicia ha denegado la prisión domiciliaria a las compañeras detenidas, que fueron violentadas durantes su detención y no pueden estar con sus pequeños hijos. El PTS hace responsable al Gobierno de Kirchner, al Gobernador Acevedo y al Juez Bailaque por la vida de los seis compañeros presos y en huelga de hambre. Todo esto lo dijimos junto con dos de los familiares el miércoles en la radio de la localidad. 
Tuve la posibilidad de estar con ellos en el Hospital y en la comisaría donde se encuentran detenidos. Su espíritu de lucha está intacto. Uno al estar cerca, puede dudar o no del método de la huelga de hambre. Pero los hombres al enterarse de la decisión de las compañeras de iniciar la huelga no dudaron ni un minuto en seguirlas y ponerse a su lado, lo que demuestra una vez más su enorme moral colectiva, que no puedo si no admirar.
No quiero dejar de recordar a sus pequeños hijos, sus rostros y sentir el más profundo dolor humano al ver como son requisados siendo tan sólo bebés por la policía de una forma violenta y terrible. No puedo dejar de recordar la decisión del Juez Marcelo Bailaque y su resolución de no permitirle a una madre amamantar a su hijo recién nacido. No puedo dejar de transmitirles como tanta indignación se funde con las ganas de verlos mañana mismo en libertad. No puedo dejar de recordarlos, cuando hace un rato nomás, me despedí de ellos y uno me dijo “contamos con ustedes...”.
Desde el PTS llamamos a todas las organizaciones obreras, piqueteras y políticas, a los organismos de derechos humanos y al pueblo en general, a pronunciarse y movilizarse por la libertad de los trabajadores presos, aportando al fondo de huelga, y a constituir una comisión de solidaridad amplia, para arrancar a los presos de Caleta y a los demás presos políticos de las cárceles del gobierno.