El 24 de julio, los trabajadores estatales agrupados en la Coordinadora de Trabajadores en Negro cortaron dos puentes céntricos y denunciaron el trabajo en negro. Luego marcharon a la Legislatura, en reclamo por el pase a planta permanente. En la provincia hay más de 3.000 trabajadores del Estado en esta situación, muchos desde hace más de 8 años. Como explicó una representante del sector salud, “la mayoría de los beneficiarios se ven obligados a abandonar al menos 12 horas sus hogares para poder llegar a fin de mes”.
Ante esto Lembo, el ministro de Hacienda, aseguró que el reclamo es justo, pero que hay otros sectores, como los trabajadores contratados, que también merecen ser blanqueados. Este discurso sólo apunta a generar divisiones y competencia entre los trabajadores. Es cierto que hay miles de compañeros contratados y jornalizados desde hace años, pero el gobierno nada ha hecho por regularizar su situación. Es el mismo Lembo quien aclara que no se darán aumentos salariales para mantener el “precario equilibrio financiero” de la provincia.
Ante las distintas luchas y reclamos el gobierno se mantiene indiferente, aprovechando la falta de unidad y coordinación entre los sectores obreros. El FGE debe cambiar su política e incluir el reclamo de pase a planta permanente de los compañeros en negro, para soldar la unidad de todos los trabajadores.
Pero más allá de los “dirigentes”, es necesario avanzar en la unidad, desde las bases, para conseguir la satisfacción de todos reclamos. Como plantean los trabajadores municipales en negro, hay que unir a los estatales efectivos, con los contratados y los organizados en la Coordinadora de Trabajadores en Negro, para que la lucha en las calles contra el “Estado patrón” de Fellner y el PJ tenga la fuerza necesaria para ganar.