“Es imposible explicar el surgimiento de este frente sin hacer referencia a la gigantesca reacción popular que provocó el asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra en la lucha de los tercerizados ferroviarios. En aquella ocasión yo señalé que la sangre obrera nos había reunido y una multitud de entre 50 mil y 60 mil personas nos acompañó para enfrentar un crimen político, un crimen contra la clase obrera. Fue un gigantesco respaldo popular que muchos de nuestros partidos no tienen o no han tenido presente en sus cálculos pero que puso de manifiesto una tendencia en la masa popular argentina, entre nuestros explotados, que nadie puede ignorar. Es una lucha que comenzó el 20 de octubre y que todavía continúa y que divide aguas políticas y sociales en nuestro país. Porque la tercerización se ha transformado en una divisoria de aguas en la que el pueblo argentino puede reconocer de qué lado esta el explotador y de que lado está el explotado. Y lo puede reconocer (...)porque por primera vez con toda claridad se da cuenta que un sector social formalmente perteneciente a la clase trabajadora integra la clase capitalista: la burocracia de los sindicatos.

Esa movilización ha desatado un proceso de alcance muy amplio gracias al cual este frente ha sido constituido. Y además hubo una lucha política que tampoco se puede ignorar. Porque desde el gobierno “de los derechos humanos” (...)comenzó desde el asesinato de nuestro compañero una campaña política, no contra la burocracia sindical, sino contra el Partido Obrero, contra la izquierda, contra los tercerizados. Estos campeones de los derechos humanos nos hicieron responsables del crimen por haber luchado por una causa de los trabajadores (...)

Quiero señalar también que el 99% de la llamada oposición al kirchnerismo no estuvo presente en esta batalla. La urge el bloqueo al diario Clarín pero no pone un gramo cuando se trata de una movilización popular de estas características. Y algunos de los opositores restantes a ese 99% que no vino se preocuparon muy bien de ponerse en la cola de la manifestación y negarse a subir a la tribuna como lo hicimos todos los aquí presentes. Hoy esa batalla política la llevamos al campo electoral. El gobierno de Kirchner no puede impedir que la izquierda revolucionaria de este país llegue a un acuerdo electoral y presente batalla (...)”.