Estela de Carlotto, la presidente de Abuelas de Plaza de Mayo, fue una de las oradoras del acto de apoyo del ahora cadáver político Aníbal Ibarra.
Allí también estaban algunas de las integrantes de las Madres de Plaza de Mayo y de Familiares de Desaparecidos, vivando a uno de los principales responsables de la masacre de Cromañón.
En la lucha contra la impunidad hay un antes y un después de Cromañón. Durante los últimos cien años de la Argentina se sucedieron decenas, centenares de casos de aberraciones, asesinatos, masacres, cometidos por el Estado de los patrones, o con su aval. En general, todos impunes.
Pasó el 19 y 20 de diciembre del 2001. Los efectos de la dictadura comienzan a disiparse en muchos ámbitos, particularmente en la lucha contra la impunidad. Cromañón comienza a ser una bisagra. Cayó Ibarra.
Pero muchos, en nombre de los “derechos humanos”, defendieron al mal habido intendente de la Ciudad.
El PTS se compone entre otros por decenas de familiares de desaparecidos durante la dictadura. La situación de aquellos/as compañeros/as no les da vía libre para optar por la impunidad y/o el apoyo a gobiernos antiobreros y entreguistas, como lo hizo en su momento Graciela Fernández Meijide, madre de un desaparecido, y hoy lo hace Hebe de Bonafini. Familiares de Detenidos Desaparecidos, Madres –Línea Fundadora–, la agrupación “Hermanos”, junto a los ibarristas partidos Socialista e Intransigente vetaban al cierre de esta edición cualquier alusión a la mascare de Cromañón en las consignas principales de la marcha del 24 de marzo. LAMENTABLE.