Los ferroviarios del Metropolitano Roca hemos dado un importantísimo paso en el camino de echar a la burocracia de la Verde de los Pedraza, Menem y Taselli.
Esto se dio en el importante resultado de las elecciones a cuerpo de delegados con casi el 43% de los votos (luego de 14 años de proscripciones), en un ferrocarril “bastión” de Pedraza y a pesar de las apretadas, las persecuciones y el terror sembrado en común entre la empresa y los delegados “verdes”, se logra conformar una lista opositora, La Celeste que logró 562 votos contra 767 de la Verde. El hecho de que un grupo de compañeros tomáramos la posta canalizando el profundo descontento de la base hacia esta empresa negrera y la bronca hacia la burocracia que nunca se ocupó de defender los derechos de los trabajadores, es lo que marca todo un éxito en si mismo.
La otra cuestión importante es que una vez finalizadas las elecciones, se planteó seguir organizados a través de plenarios generales y asambleas o reuniones seccionales, editando boletines y sumando a nuevos compañeros para dar la pelea no sólo en lo electoral, sino también en la lucha cotidiana. Para que se le dé participación a la base en las discusiones del nuevo convenio, para la defensa concreta de los compañeros ante cada atropello de la patronal, y para debatir los problemas que se mantienen siempre ocultos para los trabajadores como la reducción de gastos y el vaciamiento de la empresa. Todo esto impulsando la unidad con otros sectores en lucha, tomando la problemática de los contratados, del servicio que se le brinda al usuario, etc.
Esta es la primera vez desde que se privatizó el ferrocarril que los trabajadores logramos conformar una agrupación opositora real, que se plantea dar la pelea contra la empresa, pero también al interior del mismo gremio que, entre otras cosas y a pesar de haber sacado casi la mitad de los votos, nos impide el derecho a representación por minoría dentro del sindicato. En los talleres de Escalada en donde la Celeste se impuso sobre la Verde, los compañeros tampoco pueden asumir por que los “sagrados y antidemocráticos estatutos de Pedraza” no se lo permiten.
Hoy más que nunca tenemos planteado empezar a definir qué tipo de sindicato queremos y qué significa “democrático” en el sentido de la verdadera democracia obrera. Debatir a la vez los reclamos que debemos levantar para el sector y la salida de fondo para la problemática ferroviaria en cuanto a la situación de colapso en que se encuentra.