El martes 12 se realizaron las elecciones en el Roca (Metropolitano). La lista 2 de oposición integrada por una gran cantidad de activistas se presentó, logró la oficialización y obtuvo casi 600 votos, un 37,5%. La burocracia verde con el apoyo de la propia patronal, 1004 votos. Los estatutos antidemocráticos harán que pese a obtener un importante porcentaje, la oposición no tenga ningún representante en el Cuerpo de Delegados.1
Esta elección es una muestra más de los importantes cambios que se vienen dando en el movimiento obrero. No sólo los votos reflejaron esta situación. Lo más sustancial fue el surgimiento de un nuevo activismo mucho más amplio que en elecciones pasadas. La lista 2 representaba la experiencia de las distintas luchas que venimos dando desde el 2002 en el ferrocarril contra la patronal vaciadora de Taselli y la burocracia de la Verde. El 20% de los integrantes son compañeros que en su momento fueron despedidos y luego reincorporados con la lucha y que organizaron bloqueos en apoyo a los despedidos logrando la reincorporación de 93 trabajadores. Esta lista también estaba integrada por compañeros que fueron parte de los distintos procesos antiburocráticos con el método de las asambleas y reuniones como lo es en los Talleres de Escalada o boleterías, guardabarreras y guardas, que durante el año se organizaron por fuera de la burocracia para pelear por distintas reivindicaciones.
Es por eso que la burocracia nos atacó diciendo que éramos la lista que quería el “caos y la violencia”, que nuestra única propuesta era el bloqueo de boleterías y el corte de vías y con un contenido macartista hacia la izquierda, generando miedo. La burocracia se presentó a sí misma como un “mal menor” y es indudable que esta política empalmó con amplios sectores donde aún pesa el conservadurismo de intentar mantener su situación, incluso a costa de votar a una burocracia mafiosa. El hecho de que el Roca no es parte aún de los procesos de lucha que recorren el país ayuda a reforzar esta situación.
La lista de oposición se propuso llevar al Roca nuevos métodos democráticos de organización. Lo demuestra su propuesta de que el Cuerpo de Delegados funcione de forma abierta a todos los trabajadores, que se base en las resoluciones de asambleas por sector, (algo ausente en la vida de los ferroviarios desde hace más de 13 años) entre otras medidas de democracia de los trabajadores.
Si bien es cierto que esta lista sacó un porcentaje algo menor que la lista opositora en el 2003, también es verdad que esta vez se trataba de una lista con un programa claro e integrada por compañeros que llevaron sus ideas a la práctica. Desde este punto de vista no se trató este año de un “voto castigo” como sí hubo en gran parte en el 2003, sino que existe un marcado apoyo conciente de amplios sectores a una lista abiertamente combativa y antiburocrática y que la propia base la identificaba como “la Bordó” porque de ese sector provenían sus principales referentes.
Si bien la campaña fue muy corta (porque adelantaron las elecciones 2 meses) es la primera vez que se logra llevar estas discusiones sistemáticamente a la base ferroviaria, y esto no es un dato menor, ya que recorrer casi todos los sectores en un radio de más de 200 km de distancia no hubiese sido posible si no fuera por la predisposición de un nuevo activismo que llevó adelante un gran campaña con afiches, volantes, stikers, pintadas y yendo a discutir hombre a hombre. Casi 600 compañeros votaron por ese cambio en nuestras organizaciones, y aunque no alcanzó para conquistar el Cuerpo de Delegados es un dato de enorme importancia.
Este activismo obrero se reunía en los plenarios de la lista donde se discutía todo, con acuerdos y diferencias y de ahí se trasladaba a reuniones en sectores de la base, que organizaba las pintadas, las pegatinas y la distribución de los volantes. Este es el triunfo más importante para los militantes y para los trabajadores ya que es un hecho inédito en el Roca, donde antes sólo imperaba el terror y ante algún ataque de la patronal a lo sumo se organizaba un sector de la especialidad afectada.
Ahora es fundamental que la oposición se arme de una perspectiva de organización permanente al activismo ferroviario para que profundice y desarrolle el descontento antiburocrático y antipatronal que se da en amplios sectores de la base. E incluso avance en convencer de que es posible una organización obrera fuerte y democrática a una parte de quienes votaron por la Verde por temor y saben que se trata de una mafia que se maneja con métodos clientelares. La lista tiene que seguir funcionando de manera democrática y sin sectarismo, haciendo balances de los errores y aciertos cometidos, proponiendo iniciativas para seguir trabajando cotidianamente en la base y fundamentalmente para que la oposición se encuentre organizada para responder ante los distintos ataques que la patronal y/o la burocracia sin duda harán.
Los ferroviarios del PTS felicitamos a todos los compañeros que de alguna u otra forma dedicaron su tiempo (incluso dinero) para dar esta pelea desigual contra una burocracia corrupta y rompieron con parte del miedo que dominaba en el Roca. Si este activismo logra mantenerse organizado no nos cabe duda que el futuro será cada vez más favorable para los activistas antiburocráticos en nuestra pelea por arrancar nuestras organizaciones de las manos de la burocracia.

1 Incluso en los Talleres de Escalada donde la oposición ganó por 28 votos, igualmente los delegados serán verdes.