Este fue el grito de todas las movilizaciones que se llevaron adelante desde la masacre de Cromañón. Pero si luego de 11 meses de lucha Ibarra no cayó, fue por el sostén del gobierno y por los vericuetos legales y el lento proceder de los legisladores.
Al cierre de esta edición se realizaría la sesión donde se definiría si se lleva adelante o no el juicio político a Ibarra, pero el mismo está en duda ya que el gobierno está poniendo todas sus energías para sostener a Ibarra, y el macrismo (luego de las elecciones) no está muy interesado en voltear al gobierno de la Ciudad.
Ante la indignación de los familiares, el Jefe de Gobierno, al mejor estilo Bush se rodea de vallas y policías, para impedir el estallido de la bronca popular.
Independientemente del resultado de la sesión de la legislatura, la única garantía para conseguir el castigo para Ibarra y demás responsables, no es otro que la movilización popular. En esto debemos redoblar todos los esfuerzos.