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IV cumbre de las Américas: Un nuevo revés para Bush

10 de noviembre 2005

La Cumbre de las Américas que se realizó en Mar del Plata terminó por primera vez, desde la primera reunión en 1994, con una declaración final dividida. Los debates sobre la pobreza, el trabajo y el hambre en la región impulsados por el gobierno de Kirchner se desvanecieron en el aire a poco de empezar la cumbre cuando el presidente mexicano Vicente Fox, como vocero directo de EE.UU., incluyó en la agenda el tratamiento del ˜área de Libre Comercio de las Américas.
El gobierno de EE.UU. que venía de sufrir una serie de reveses en la región1 y se encuentra debilitado por un empantanamiento y la pérdida de apoyo a la guerra de Irak, los desastres provocados por el huracán Katrina y los escándalos en el gabinete de Bush2, logró en los últimos meses avanzar con la firma de un Tratado de Libre Comercio con los países de Centroamérica y se dispone a cerrar un acuerdo similar con Colombia, Ecuador y Perú.
Como consecuencia del retroceso de su influencia en la región e imposibilitado para avanzar de conjunto logrando una hegemonía como la que gozó en la década anterior, EE.UU. ha logrado avanzar con estos acuerdos bilaterales, generando divisiones en los países del continente, lo que le permitió a Bush (que hasta hace unas semanas ponía en duda su presencia) llegar a la cumbre con una fuerte presión para remontar las negociaciones sobre el ALCA.
El proyecto original del ALCA estaba sepultado ya hace tiempo y no se explica más que por medio del increíble grado de servilismo de las burguesías y los gobiernos de la región que EE.UU. pueda volver en medio de su crisis a la carga con este proyecto de acuerdo hemisférico.
Bush logró alinear detrás de sí a la mayoría de los países del continente, encabezados por México, Panamá y Colombia, pero sin embargo a pesar de las “apretadas” como la de Fox, que planteó cerrar un acuerdo sin el Mercosur, no pudo evitar que la iniciativa fracase dando lugar a una declaración dividida en la que los países del Mercosur más Venezuela respondieron con su peso regional (75% del PBI de Sudamérica), aunque lejos de “enterrar al ALCA” (como dijo Chávez en la Contracumbre), dejaron una puerta abierta, comprometiéndose a rediscutir el acuerdo comercial luego de las negociaciones sobre los subsidios agrícolas con EE.UU. en la próxima reunión de la Organización Mundial de Comercio de diciembre en Hong Kong. Así lo dejó en claro la visita de Bush a Brasil donde el gobierno de Lula declaró que las relaciones entre Washington y Brasilia están “en su punto más alto”.

¿Un Mercosur fortalecido?

Apenas terminada la Cumbre, el gobierno de Kirchner salió rápidamente a decir que el Mercosur se encontraba fortalecido luego de firmar en bloque sobre el punto referido al ALCA. Sin embargo este alarde no resiste la menor prueba. Por empezar, en el plano político la verdadera cumbre terminó recién con la visita de Bush a Brasilia, en la que a cambio de un fuerte apoyo a la gestión de Lula (en un momento en que el presidente brasilero se encuentra golpeado por las recurrentes acusaciones de corrupción), éste no sólo hizo una declaración diplomática a favor del “libre comercio” con EE.UU., sino que, más fundamental para los intereses norteamericanos, se comprometió a actuar como líder regional para garantizar el orden en Sudamérica. Para Bush un aliado estratégico en la región como Lula es crucial ante un posible gobierno de Evo Morales en Bolivia por la inestabilidad permanente que atraviesa ese país.
Recordemos que Brasil es quien dirige las tropas de la misión en Haití que, junto a tropas argentinas y uruguayas, cumplen un papel de policía al servicio del imperialismo norteamericano, y que Kirchner y Lula cumplieron un rol de “abogados” de las multinacionales petroleras3 contra los trabajadores y el pueblo de Bolivia durante los últimos levantamientos.
La ubicación de Brasil como líder regional, con el apoyo abierto de Bush, que genera roces con el gobierno argentino y la paralización comercial que arrastra el Mercosur desde hace tiempo es un factor que también es aprovechado por Washington para “negociar” con los llamados socios menores, Uruguay y Paraguay y es donde más claramente se ven las fisuras del Mercosur. Mientras que Paraguay acaba de votar el libre ingreso de marines yanquis con inmunidad diplomática abriendo la posibilidad para el establecimiento de una base militar norteamericana permanente en una región estratégica para EE.UU., Uruguay confirmó en medio de la Cumbre un convenio bilateral de inversiones con EE.UU. lo que plantea la posibilidad de avanzar en un acuerdo comercial directo con ese país.
En este marco el alarde kirchnerista de un “Mercosur fortalecido” no es más que política ficción. Más que fortalecerse, el Mercosur atravesado por diversas crisis y tensiones se convirtió en una débil plataforma defensiva desde la que aprovechan las burguesías de los países miembros para negociar las condiciones del saqueo imperialista sobre nuestros países.

Las tensiones regionales y el proyecto ”Sudamericanista”

Las tensiones que recorren el subcontinente producto de la presión imperialista por recobrar hegemonía sobre su “patio trasero” muestran que no hay lugar, más allá de las declaraciones mediáticas, para ningún tipo de proyecto reformista de unificación regional encabezado por estos gobiernos.
Lejos de los argumentos esgrimidos por los reformistas y populistas que depositan su confianza en una unificación sudamericana de la mano de las burguesías nacionales o el proyecto chavista de ALBA (Alternativa Bolivariana de las Américas)4, la región se encuentra cruzada por las disputas entre las burguesías de cada país ligadas por mil lazos a los intereses del capital imperialista que en algunos casos se ubican como agentes directos de EE.UU. y en otros regatean las condiciones del saqueo con los distintos imperialismos.
La entrega de las burguesías latinoamericanas muestra la inviabilidad de proyectos como el de la Comunidad Sudamericana de Naciones, que a pesar de haber sido impulsada hace más de un año todavía no llegó siquiera a un acuerdo formal y pregona un nuevo fracaso para la reunión que se realizará el próximo mes.
La burguesía latinoamericana y los proyectos de integración regional, incluido el promovido por Chávez, son incapaces de romper y entablar una lucha consecuente contra el imperialismo y lograr efectivamente la liberación nacional y social resolviendo el atraso, la miseria y la opresión de los pueblos de Latinoamérica. Sólo los trabajadores acaudillando detrás de sí a los campesinos pobres y los sectores explotados y oprimidos, que vienen de protagonizar distintos levantamientos como los recientes en Bolivia y Ecuador, pueden abrir paso a una lucha decisiva para romper con el imperialismo y echar a los gobiernos cipayos en el camino de poner en pie una Federación de Repúblicas Socialistas de América Latina.

1 Por primera vez desde que existe la Organización de Estados Americanos, EE.UU. fracasó este año en imponer sus candidatos para presidir dicho organismo, además de ser refutada su propuesta para crear una secretaría que “monitoree” las democracias en la región.
2 El escándalo de la filtración de la identidad secreta de una agente de la CIA toca de cerca a hombres clave de la Casa Blanca.
3 Kirchner al servicio de la Repsol y Lula de sus empresas que controlan cerca del 20% del PBI Boliviano.
4 Proyecto que tiene un importante componente en la política energética de Chavez y que tuvo su primer fracaso en esta cumbre cuando los países del Caribe que acaban de firmar un acuerdo petrolero con Venezuela (Petrocaribe), se alinearon automáticamente con EE.UU.

Mapa de los Acuerdos

1 TLCAN: El Tratado de Libre Comercio entre EE.UU., Canadá y México se firmó en 1994 y fue la base que Norteamérica utilizó para impulsar la primera Cumbre de las Américas con el proyecto continental del ALCA.
2 Chile y EE.UU. firmaron un acuerdo bilateral en el 2003
3 TLCCA: en Octubre de este año EE.UU. firmó un Tratado de Libre Comercio con todos los países de Centroamérica más República Dominicana.
4 TLC Andino: de los cinco países que componen la Comunidad Andina de Naciones, tres están negociando un TLC con EE.UU. (Colombia, Perú y Ecuador) mientras Bolivia se mantiene como observador y Venezuela afuera.
5 MERCOSUR: Los países del bloque (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) con la próxima integración de Venezuela suman el 75% del PBI de todos los países de Sudamérica y son los más afectados por los subsidios agrícolas de EE.UU.

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