El viernes pasado la CTA y el gobierno acordaron un acta de 5 puntos con el objeto de resolver el conflicto del IndeK.

El punto más progresivo del acta es el compromiso de no descontar los días de paro (aunque perdimos los descuentos del mes anterior, las horas extras y las horas censales que son una parte importante de nuestros devaluados salarios cuestión, que tenemos que seguir peleando). El resto de los puntos no impiden a la dirección continuar con los desplazamientos y tampoco discuten las intervenciones del organismo, teniendo en cuenta que al área del IPC y la EPH se suma el sector económico de estadísticas de servicios públicos y cuentas nacionales. A su vez, el acta afirma que continuarán los contratos pero no aseguran si pasaran todos a planta transitoria. Además, la comisión que duraría 90 días, no hace referencia sobre la discusión metodológica de los índices, a pesar de lo que digan los dirigentes de ATE.

Pero para cumplir con el acta, el sindicato se comprometió a no ejercer medidas de acción directa que impidan el “normal funcionamiento del trabajo” ¡Como si se pudiese considerar normal la intervención del gobierno en el organismo!

A pesar de todo, la dirección ni siquiera está cumpliendo los puntos firmados en el acta porque sigue con el ataque. A la truchada de la inflación y el engaño que baja la pobreza y la indigencia, ahora se suma que el Indek esconde la crisis energética, por eso a fuerza de nuevos matones enviados por el secretario de comercio, calculó el Estimador Mensual Industrial (EMI) sin tener en cuenta la producción del acero (rama de la industria más afectada por los cortes de energía), al mismo tiempo, manipularon el indicador de Servicios Públicos. Todo esto se explica porque Cristina, por si fuera poco, también necesita dar una cifra retokada del PBI.

Por todo esto, desde la lista Marrón discutimos en la asamblea que ante el ataque que venimos sufriendo por parte de la patronal (desplazamientos, amenazas, nuevos sumarios, compañeros sin sus claves de acceso informático, etc.) era un error firmar un especie de paz social por 105 días. Por ende, se estaba dando “aire” hasta que asumiera Cristina K en Diciembre. La misma que volvió a la carga contra nuestra lucha, vinculándonos como voceros de los bonistas una vez más, en el discurso que brindó a sus verdaderos socios, los empresarios. La repercusión de la intervención se extiende a EPH La Plata, donde no renovaron contrato a 22 compañeros.

Ante estas novedades, en la última asamblea los trabajadores decidimos salir a demostrar que el conflicto continúa y que no negociamos el silencio. Por eso junto al abrazo del jueves 6 (como cada día que sale el IPC) votamos hacer una Conferencia de Prensa en la que se denuncien todos los atropellos de la Dirección, de Moreno y del Gobierno Nacional. Otra exigencia de la asamblea es que a la conferencia vengan quienes firmaron el acta: Yaski por la CTA y Micheli y González por ATE.

Por otra parte, desde la Marrón venimos sosteniendo que para fortalecernos frente a los ataques y para continuar enfrentando esta intervención que en estos días se profundizó, debemos impulsar asambleas en todos los sectores. Esta es la mejor forma de sumar al resto de los compañeros que no están participando, defender si tocan a algún compañero y bregar por la unidad de todos los trabajadores.