El jueves 4 los obreros de la Cerámica Zanón de Neuquén salieron a luchar. Al tradicional atraso del pago salarial ahora la patronal anunció suspensiones masivas por 30 días, el corte del refrigerio, del servicio médico y del transporte del personal. Era un lockout (paro patronal) que incluso podía terminar con despidos. Por eso, los trabajadores no sólo adelantaron el paro y las medidas de fuerza sino que éstas fueron contundentes desde el inicio: bloquearon totalmente los portones de la fábrica para evitar que entrara el personal jerárquico, los supervisores y los administrativos y que sacaran el stock. Afuera comenzaron a armar las carpas y montaron los piquetes que cortaron la ruta 7 que pasa frente a la planta y que une Centenario con Neuquén. Desde el primer día editaron bonos de huelga y el viernes fueron a las colas de cobro de los estatales y puertas de hipermercados a pedir solidaridad.
La firmeza de los obreros con su sindicato a la cabeza hizo recular momentáneamente a la patronal. En la prolongada audiencia del viernes retrocedió con su plan de suspensiones y se comprometió a pagar un 43% del sueldo el lunes 10 y el resto el día 17. El acta determina a su vez que no aplicará sanciones para quienes bloquearon los portones y, de hecho, ocuparon la fábrica. El sábado a la tarde una asamblea de los 3 turnos resolvió continuar con el paro hasta el cobro del último peso y liberar los portones hasta el martes para garantizar el pago. Además se decidió evaluar las tratativas con la patronal y su prometido inversor para el futuro próximo, si esto fracasa endurecer las medidas.
Pero la asamblea -que duró más de 2 horas- no se detuvo simplemente a determinar las medidas inmediatas sino que fue un gran debate sobre las perspectivas que los obreros de Zanón y su combativo sindicato enfrentan. La patronal chantajea con que piensa irse a otro lado. Eso es un verso. Por ser la principal industria de la provincia y por sus relaciones con el gobierno ha conseguido muchísimas ventajas: ahora le reducirán en un 60% el costo del gas y otro tanto la electricidad. En los últimos años recibió créditos estatales blandos por mas de 5 millones de dólares, y mes a mes recibe ayuda directa para pagar los sueldos e incluso el gobierno le compró cerámicos que no necesitaba para ayudarlos. ¡Si hasta llegaron a sacar en forma irregular la materia prima de las regiones donde habita la comunidad mapuche! En ningún otro lugar conseguirán ventajas semejantes. Por eso no se van a ir. Pero con o sin inversor lo que quieren es reducir costos (bajar salarios) y "reestructurar" (suspensiones y despidos).
La patronal sabe que será muy difícil que un plan así pase mientras al frente de los ceramistas haya un sindicato y una interna democráticos y combativos que no están dispuestos a aceptar rebajas salariales, suspensiones ni despidos. El gobierno del MPN coincide con la patronal pero quiere evitar toda lucha dura antes de las elecciones. Conscientes de que un enfrentamiento así es inevitable, los trabajadores y sus dirigentes se preparan. Esta semana salieron a redoblar la apuesta. El martes se realizará una clase pública con profesores y alumnos de la Universidad, preparaban un viaje de una delegación a Buenos Aires para nacionalizar el conflicto y escrachar a Zanón, participarían de la Multisectorial para coordinar las luchas en curso, concurrirían a la Asamblea provincial que convocaron docentes, no docentes y estudiantes universitarios para el sábado 15.
Los tiempos se acortan, los ceramistas neuquinos mientras libran una nueva batalla templan sus fuerzas para la guerra que más tarde o temprano le declarará la patronal de Zanón, guerra que el conjunto de los empresarios argentinos le declarará al conjunto de los trabajadores, como ya muestra el intento de rebaja salarial en Acindar de Villa Constitución.V