Como bien reflejan los medios regionales, el miércoles 1 de abril, las trabajadoras y trabajadores de Neuquén confluimos en una gran marcha, “la más contundente desde iniciado el conflicto”. Éramos miles, donde se confundían las camisas de grafa con los guardapolvos y los ambos de salud. Después de un mes de lucha de las trabajadoras y trabajadores de la educación logramos confluir en las calles reclamando por la educación y salud públicas, por las condiciones laborales de las trabajadoras del Estado y por la expropiación sin pago y bajo control obrero de Zanon y también, como se escuchó en varios discursos, para empezar a discutir cómo impedimos que descarguen la crisis sobre las espaldas de los trabajadores. En pequeñísima escala se expresó en concreto aquello por lo que venimos peleando en distintas asambleas de base: un pliego único de reclamos y una lucha común para imponerlo. La discusión que se instala es cómo continuamos.

Ese mismo día el gobierno del MPN hizo un llamado a mesa de negociación a ATEN y anunció un aumento por decreto para las trabajadoras y trabajadores de salud. No es casualidad que ante el anuncio de medidas comunes entre distintos sectores, el gobierno haga aparecer algún tipo de respuesta que hasta hace dos días atrás no existía ni como posibilidad. De todos modos la respuesta que aparece es dinero en negro y la misma cifra que todos los gobiernos (de las provincias donde hay lucha) han ofrecido. La Política del Estado (nacional y provincial) es no ofrecer más de $200 en negro. El nombre y número que se le ponga al decreto en cada provincia es un detalle menor.

En Neuquén, después de 5 largas horas de espera afuera de la Casa de Gobierno, la propuesta de Sapag es $150 no remunerativos ni bonificables, $50 para material didáctico, 203 pases a planta de auxiliares de servicio (que nos debía del acta del 2007) y el 8% de participación en el Plan Federal de viviendas, además de loteos con servicios para docentes. Es decir, demagogia retórica para dividirnos un poco más de la comunidad y otros sectores en lucha. Ni una palabra de aumentar nuestro salario de acuerdo a las necesidades de la canasta familiar y de la inflación creciente, ni mucho menos que ese aumento sea en blanco (para que vaya a nuestra futura jubilación, por ejemplo) como lo merece todo/a trabajador/a.

Por estas razones en la asamblea a realizarse el viernes 3, propondremos continuar la lucha pero para profundizarla en el sentido de la unidad que mostramos el miércoles 1 en las calles. Creemos que este no es momento de abandonar la lucha sino de redoblar la apuesta. Porque la unidad desde abajo aterroriza a los gobiernos que sólo cuando sientan que pueden perder todo van a darnos lo que pedimos. No podemos volver a la escuela con la miseria con que el gobierno pretende conformarnos, no podemos dejar a nuestras compañeras y compañeros de Río Negro solos en la lucha, como hizo la CTERA en el 2007 y vuelve a hacer hoy. La tarea está clara, profundizar la unidad para ganar. Si tocan a una/o nos tocan a todas/os.