En Ciencias Políticas

Durante el mes de octubre se realizaron elecciones a centro de estudiantes en dos de las facultades con más importancia política de la universidad mendocina.
En Ciencias Políticas y Sociales obtuvimos el cuarto lugar, aumentando en un 20% nuestros votos, en esta, la facultad con más agrupaciones políticas.
Lo novedoso de esta elección fue la consolidación de UNE, una agrupación de derecha bancada por sectores del decanato. A pesar de mostrar un perfil independiente, sus dirigentes son reconocidos por enfrentar abiertamente los procesos de toma de facultad llevando a los estudiantes (apodados blumberistas) a pedir la intervención policial para la reprimir a los activistas.
A pesar del crecimiento de la derecha volvimos a ganar la Coordinación de la carrera de Sociología. Esta vez los kirchneristas pretendían quedarse con la coordinación y terminaron sacando un ajustado 17% como segunda fuerza, contra el 43% de los votos de nuestra corriente. Consideramos este resultado como un claro reconocimiento a nuestro esfuerzo militante en la transformación democrática de este espacio, la predisposición a luchar junto a los trabajadores y los debates y actividades impulsados durante todo el año.
A pesar de que retuvo la dirección del centro Franja Morada, perdió el 30% de los votos en relación al año anterior. Mientras tanto, las agrupaciones “independientes” continuaron su derrotero político luego de haber mostrado ser una simple fotocopia de la Franja cuando tuvieron oportunidad de dirigir el centro y la federación.

En Filosofía y Letras

En Filosofía y Letras, En Clave Roja se consolidó como tercera fuerza detrás de la Felipe Vallese (sector kirchnerista del PJ) y la Franja Morada, obteniendo dos secretarías. Es la primera vez que nos presentamos a elecciones en esta facultad donde los grupos de profesores reaccionarios miembros del Opus Dei tienen una historia negra de persecución de luchadores y activistas durante la dictadura. Por eso el regreso de la izquierda socialista es un hecho de enormes proporciones.
Así, un sector importante de estudiantes cuestionaron las propuestas de los partidos patronales y sus agrupaciones universitarias. La muy buena elección de ECR nos obliga a pelear por corroer el orden impuesto por la aristocracia académica, y empezar a hacer sentir con fuerza la voz de los explotados y oprimidos al interior de las universidades.
Creemos que este resultado electoral expresa una mayor politización de sectores del estudiantado que comienzan a ver con buenos ojos a la izquierda y nuestras propuestas que intentan dar cuenta y sacar lecciones de los grandes acontecimientos de la lucha de clases y de cuál debe ser el rol de los estudiantes y sus centros, junto a nuestra pelea incansable por la unidad obrero estudiantil en pos de la transformación revolucionaria de la universidad.
Estas elecciones muestran además, que estamos construyendo, firmemente, una corriente revolucionaria a contramano de las juventudes universitarias de los partidos burgueses que pretenden mantener atado al movimiento estudiantil a la burocracia académica, política e institucional.
La autoorganización y la lucha son nuestras mejores herramientas para plantear la necesidad de revolucionar la universidad mediante un Congreso Constituyente Universitario. Pero también sabemos que esto no será posible sin la entrada en escena de esa gran fuerza social que es la clase trabajadora. Es en este sentido que bregamos a cada paso por hacer realidad la unidad obrera- estudiantil hasta conseguir levantar un gran Pacto Obrero Universitario para trasformar la universidad y ponerla al servicio de los trabajadores y el pueblo.