En el Hospital Garrahan más de 250 compañeros votaron al FIT e impulsaron la campaña entre familiares y amigos. En uno de los sectores de descanso de enfermería, un compañero comentó que iba a fiscalizar por plata para un partido, sin recordar muy bien cual. Otro lo encaró: “¿Porqué no fiscalizas con nosotros? Mirá que nosotros no pagamos, somos todos trabajadores”. “Bueno, voy con ustedes porque están con los tercerizados”, concluía el compañero, que fue uno de los casi treinta trabajadores del hospital que ayudaron con la fiscalización. También se sumaron compañeros del PRS, organización de Gustavo Lerer dirigente de la interna de ATE, de la cual también somos parte en el hospital.

Más de 50 periódicos LVO vamos pasando entre los compañeros y todavía siguen circulando decenas más, mientras avanzamos en reuniones por turno, donde charlamos cómo seguir con la campaña hacia octubre, mientras discutíamos que este entusiasmo debía ayudar a organizar una corriente político sindical, una izquierda de los trabajadores.