“Hace un año que la empresa me echó y hace un año que el gerente de recursos humanos me dijo que ‘no me iba a reincorporar ni el Papa’. El Papa se murió pero los trabajadores me reincorporaron y hoy tenemos comisión interna. (...)
El día de ayer fue uno de los más importantes. Ayer apoyamos con nuestro voto a que se bloquee la puerta de entrada y salida de camiones, apoyamos que se corte Camino de Cintura con todas las organizaciones, pero no sólo eso, los compañeros de adentro no nos quisimos quedar atrás y dijeron ‘nosotros paramos también’ y pararon la planta de vuelta por los 38 despedidos. La patronal estaba desesperada porque quería sacar un producto de exportación y llevarse miles de dólares. Trajeron trabajadores de agencia para romper la huelga. Inmediatamente fuimos y les explicamos a cada uno de esos pibes que trajeron sin saber qué pasaba cuál era el conflicto y que lo que hacía la empresa era ilegal. Se volvió a parar la producción a pesar de las maniobras de la patronal. (...)
Esa gran jornada de lucha fue la culminación de una semana importantísima. Todos los días a las 6 de la mañana hacíamos asambleas, yo venía a las 4 de la mañana e iba sector por sector para que vayamos con mis compañeros al portón para hacer asamblea con los pibes despedidos. En los últimos días no, ya todos los pibes esperaban con la fábrica parada sin necesidad a tener delegados. Tenemos miles de aliados que son los trabajadores de Zanon, del subte, los ferroviarios, de los Sutebas, las organizaciones de derechos humanos, de la izquierda y las organizaciones sindicales que vinieron a apoyarnos acá como no lo hizo nuestro sindicato. (...)
Pero en cada momento de los días difíciles nos acordamos no sólo de nuestras familias, de nuestros compañeros, sino también de un compañero que desde un principio y a pesar de su edad puso su cuerpo, y que falleció hace más de un mes. Se llama Pablo Bogado y se merece un aplauso porque su espíritu sigue estando entre nosotros. (...)
Acá la empresa quiere descabezar esta organización, porque un año atrás empezó esta nueva generación de trabajadores en Jabón Federal para cambiar la historia, recuperar las conquistas perdidas y entregadas por el sindicato. La patronal echó a 38 compañeros. Con eso pensaba que la comisión interna iba a quedar en el aire, abandonada y rodeada de carneros. Pero a la empresa le decimos: para que adentro la empresa termine siendo una tumba, van a tener que cerrarla. Los trabajadores saben que adentro de la fábrica sigue habiendo un Leo, un Ariel Paiz, un Matías, y por cada uno de los despedidos hay dos o tres compañeros que tomaron la posta, recuperaron la dirección del conflicto y siguen diciendo ‘adentro ganamos nosotros y volvemos para la fábrica‘”.