El 1 de junio los trabajadores de FATE realizamos una nueva asamblea. En la misma se tenía que resolver si seguíamos negociando con la empresa o si retomábamos alguna medida de fuerza. La propuesta de la patronal seguía siendo la misma: 22% en cuotas hasta mayo de 2008, más $ 1400 a la firma.

La asamblea se venia desarrollando con absoluta calma, pese a los intentos de división tanto de la Lista Bordo como de la Violeta. El activismo se preparó y evitó caer en la maniobra divisionista de Wasiejko, acordando con los demás compañeros seguir negociando sin tomar medidas.

Esto desorientó a la dirigencia del SUTNA, pero a la vez le dió confianza, ya que se notaba que la asamblea estaba muy tranquila y que entre los trabajadores había un ánimo de poder solucionar el conflicto lo antes posible. Pero Pedro Wasiejko se equivocó y pensó que las ganas de terminar con el conflicto significaban desánimo y un cheque en blanco para su persona. El quiso que los trabajadores le diéramos “el aval” para que fuera a cerrar el acuerdo. Gran parte de los trabajadores queríamos en cambio que la comisión negociadora estuviera en la negociación y que traigan la nueva propuesta a la asamblea.

Aquí comenzó a delinearse una nueva situación. Cuando Wasiejko se negó a contar los votos uno por uno para ver si tenía o no aval, ya que la diferencia no estaba clara, intentó maniobrar para hacerle creer a la gente que no le estaban dando ningún aval. Cuando algunos compañeros lo pusieron en evidencia, éste quiso terminar el asunto dando por terminada la asamblea, bajándose de repente y sin ningún respeto hacia el conjunto de los compañeros.
Esta provocación encendió la bronca de muchos compañeros que ya no quieren seguir soportando más engaños y amenazas de la dirigencia del gremio.

La asamblea de los obreros de Fate terminó cuando Wasiejko se fue pero allí mismo cientos de compañeros salieron tras de él, que llegó a duras penas hasta el sindicato, golpeado. También los personajes nefastos de la Lista Bordó, se refugiaron en la sede de la seccional. La gran mayoría de los compañeros nos movilizamos hasta ésta sede y exigimos a estos “dirigentes” que salgan a dar la cara y que se vayan. Los cobardes de la Bordó presentaron la renuncia por escrito y tuvieron que esperar hasta la noche para poder salir de la sede. Mientras los trabajadores cantabamos contra la “burocracia sindical” se vió a algún “ex dirigente” sacado por la ambulancia de la empresa y con custodia policial. El sector “violeta” que responde al Secretario General del Sutna, se negó a renunciar, cosa que pudo anunciar recién a última hora cuando ya la mayoría de los trabajadores habíamos tenido que irnos para trabajar o volver a casa.

Sabemos que hay compañeros que no comparten el método con el que se echó a este sector de la burocracia, pero en el fondo estamos unidos toda la fábrica en el deseo de que esta gente no vuelva a pisar nuestro sindicato. Por eso, no podemos permitir que intenten volver con distintas maniobras y aprietes a algunos compañeros. Tenemos que terminar lo que se empezó el 1 de junio.

Organizar al activismo

Es de vital importancia, avanzar en la organización del activismo que surgió de esta gran lucha, evitar que la patronal nos pueda dejar aislados, con el apoyo del sindicato (tanto de la Bordó como de la Violeta), con el objetivo de liquidar a esta nueva generación de obreros que queremos cambiar las condiciones de trabajo y tener una representación sindical verdaderamente de todos los compañeros.

Frente a lo sucedido, lamentablemente la mayoría de la comisión negociadora ha cedido a los pedidos de Wasiejko, condenando a los compañeros que estuvieron en dicha acción. No podemos permitir que estos dirigentes, que nos vienen engañando y dividiendo hace años, nos enfrenten entre nosotros. Es un grave error de los integrantes de esta comisión querer enjuiciar y enfrentar así a los compañeros.

La actitud de la comisión no hace más que fortalecer a los dirigentes del SUTNA, y en cierta medida da respaldo a las barbaridades que han salido a decir los impresentables de la Bordó. Basándose en ésto, ahora Pedro Wasiejko se anima a querer cerrar este acuerdo con un plebiscito. Todos sabemos lo que significa esta palabra para los trabajadores de Fate.

Con la excusa de “evitar la violencia” que ellos mismos provocaron, se niegan a convocar a una asamblea para que todos podamos seguir el desarrollo de las negociaciones y además para resolver cómo se reorganiza la fábrica luego de la “renuncia” de la mayoria de los delegados. Lamentablemente la mayoría de la Comisión Negociadora se inclina por firmar un acuerdo con la empresa y luego llamar a un plebiscito para ratificarlo, contra lo resuelto en la última asamblea que exigía que se escuche la propuesta patronal y se vuelva a la discusión en la asamblea. Así, Wasiejko quiere debilitar la organización que logramos: la asamblea como máximo órgano de discusión y resolución de los trabajadores e impedir que resolvamos el problema de nuestra representación, obligándonos a optar por “si o no” a una propuesta patronal, sin posibilidad de discutir. La Comisión Negociadora no puede darle el apoyo a esta política burocrática del Secretario General.

Contra todo ésto es que tenemos que organizarnos los compañeros mas activos. Una de las principales tareas es impulsar el petitorio que hemos redactado y ya juntó casi 500 firmas. En el mismo, los trabajadores de FATE exigimos la convocatoria a elección de delegados por sector. Hay que seguir conquistando el apoyo de más compañeros y que se confirmen la renuncia de los dirigentes de la Bordó. Y preparar al activismo para pelear por las elecciones de delegados, evitando quedar sin representación sindical. Esto es más importante en la actual situación, cuando la patronal puede llegar a tomar represalias.

Ningún plebiscito. Asamblea para que podamos decidir de verdad.
Elecciones a delegados ya. No confiemos en los tiempos legales del sindicato y la patronal.

Trabajador de FATE