El viernes pasado, medio centenar de docentes junto a dirigentes del SUTEBA La Plata, abogados del CeProDH y representantes de los Cuerpos de Delegados del Astillero Río Santiago y del IOMA, se movilizaron a Ministerio de Trabajo para exigir mi inmediata reincorporación como docente en el colegio religioso Ceferino Namuncurá del que fui despedido en diciembre pasado. Dicho despido fue una clara persecución ideológica y gremial.
Mientras en la calle se hacía sentir la solidaridad, en la audiencia en el Ministerio, el representante legal de las autoridades religiosas del colegio quiso impedir la presencia del SUTEBA como gremio defensor, cuando yo fui despedido por ser delegado de dicho gremio. A su vez intentó cerrar el caso con una indemnización. Ambas posturas fueron rechazadas por los dirigentes del SUTEBA y por la abogada del CeProDH quien planteó “estamos acá para reincorporar al compañero porque con los derechos de los trabajadores no se juega”. El representante legal tuvo que volver sobre sus pasos prometiendo resolver la situación satisfactoriamente reubicándome en otro establecimiento a convenir. Es así como se da por finalizada la audiencia y se pasa a una próxima para el 4 de marzo a las 12 hs.
Al reunirnos con los compañeros y compañeras que esperaban con la bandera del sindicato todos festejaron este primer paso. El viernes volveremos a vernos con quienes me despidieron injustamente y nos movilizaremos al Ministerio de Trabajo. En el III Encuentro de las conducciones opositoras del SUTEBA se aprobó una resolución exigiendo mi inmediata reincorporación. Aunque queda un camino por recorrer, creo que la lección más importante es que los trabajadores tenemos que tomar decididamente en nuestras manos la solidaridad de clase y la defensa activa de todo compañero despedido y perseguido.

José Ferraiuolo