Andrés Blanco. Obrero de Zanon. Candidato a primer diputado nacional por Neuquen

Con el “Pacto Social”, con el falso argumento de la conciliación, pretenden que los trabajadores creamos que se pueden armonizar nuestros intereses con los de los patrones. Lo que de verdad buscan es mantener la precarización laboral, los bajos salarios y las enormes ganancias de los capitalistas, procurando que los trabajadores nos mantengamos disciplinados y sin luchar.

Los empresarios, sus partidos y sus candidatos, Cristina, Lavagna, Carrió o Sobisch son conscientes que en los últimos años la clase obrera está comenzando a reorganizarse. La situación no es como en los ‘90. Hay más ánimo para la lucha porque se está perdiendo el miedo a quedarse sin trabajo. Como venimos señalando los ceramistas del PTS desde el inicio de nuestra lucha cuando organizamos la Coordinadora del Alto Valle con el movimiento de desocupados neuquino, con docentes y trabajadores de la salud, la clase obrera iba a volver a ser protagonista. El resto de la izquierda no lo entendió así. Pero en los últimos 3 años hemos visto huelgas en todo el país, desde los puertos y las localidades petroleras de la Patagonia a las grandes fábricas de la Zona Norte del Gran Buenos Aires.

Todo indica que la mayoría de los trabajadores aún confía en partidos ajenos a nuestra clase y que votará mayoritariamente por la candidata oficial. Pero si han mostrado en todos estos años de crecimiento de la economía que los empresarios y el gobierno K no están dispuestos a ceder sus ganancias millonarias, menos lo van a hacer los años que vienen porque la situación del capitalismo a nivel internacional muestra importantes signos de crisis que afectará tarde o temprano a la Argentina. Y volverán a descargarla sobre los trabajadores. Para eso quieren el “Pacto Social”; para disciplinar a los que luchen y sí no, ahí está la represión a los trabajadores de la educación en Santa Cruz y el asesinato de Fuentealba en Neuquén como muestra de la dureza de las luchas por venir. No hay otra forma que prepararse en serio.

Estamos orgullosos de haber podido concretar un frente de izquierda con los compañeros del MAS e Izquierda Socialista y junto a compañeros con larga trayectoria como Alcides. Dimos un paso para luchar por la independencia política de los trabajadores. Pero nadie puede creer que con esto es suficiente. La sola unidad de las organizaciones de izquierda no alcanza para ponernos a la altura de lo que se viene. El desafío es que desde las posiciones conquistadas, que va a haber que defender a cada paso, desde Zanon, desde las fábricas de la alimentación, el subterráneo o los Astilleros tenemos que avanzar en enraizarnos en las grandes concentraciones de la clase trabajadora en las donde mantienen el control los burócratas sindicales, en industrias claves como los pozos petroleros, de los trabajadores de la UOCRA o de la fruta, para hablar sólo de la provincia. Una verdadera herramienta política, un partido de los trabajadores como proponemos desde el PTS será el producto de sembrar la idea, llevarla a los nuevos delegados como los que surgieron en Fate y hacerla carne en esta juventud trabajadora que está haciendo sus primeras experiencias de lucha para que la tomen en sus manos así como los jóvenes ceramistas tomamos una vez la idea del control obrero y la llevamos adelante. Sobre esta base se podrá ir cimentando un gran partido de los trabajadores. El rol del gobierno de Cristina se irá poniendo en claro cada vez más para mayor cantidad de trabajadores, y debemos acompañar y ayudar a que este nuevo movimiento incipiente que está surgiendo desde abajo, se desarrolle como un movimiento obrero revolucionario. Porque sin conquistar a la clase trabajadora y construir un gran partido con sus luchadores mas conscientes no habrá futuro para el socialismo.