Roberto es estatal y trabaja en el Anfiteatro del Parque Centenario de la Ciudad de Buenos Aires. Desde Uruguay llegó muy joven a la Argentina escapando de la dictadura en los ‘70. Hace pocos años que milita en el PTS, pero lleva décadas de actividad política. “Allá por el ‘92 constituimos una de las primeras juntas internas de ATE de la ciudad. Después del 2001 estuve en las asambleas barriales. Pero al ver que el problema era el capitalismo, volví al marxismo y tomé contacto con todas diversas corrientes. Leyendo el LVO conocí al PTS, mandé un mail a la redacción y después de un año entero de citas y discusiones me sumé al partido”.

Roberto reparte el periódico cada semana entre sus compañeros. “A veces va muy bien, a veces no tanto. Llegué a tener 6 suscriptores permanentes, además de los que voy pasando. Hace un par de semanas llevé 12 y los repartí todos”. Y agrega que el LVO “es un termómetro para medir el interés de los compañeros, ver cómo están con el gobierno, con la política”.
– ¿Cómo es la discusión a través del LVO?

– Con varios compañeros avanzamos. Algunos ya se afiliaron al PTS. Y de acuerdo a lo que se plantea en cada número me voy vinculando con unos u otros. Fue fundamental para encarar el trabajo de recuperación de la Junta Interna y terminar con las tercerizadas adentro del laburo. Tiene notas de mucha calidad, y no podemos desaprovecharlo. Yo cuando veo que una nota es buena la fotocopio, la amplío y la pego por todos lados. Y surgen debates. A veces hasta aparecen cartas de respuesta en las paredes.
– ¿Cómo ves en general al LVO?

– Las tapas mejoraron mucho, sintetizan bien las ideas. Inevitablemente hay cosas desparejas. Pero todo lo referido a la organización concreta en los trabajos sirve. El correo de lectores también. Queda claro es que el periódico es insustituible como herramienta.

– ¿Aspectos a mejorar?

– La distribución todavía sigue siendo artesanal. Debería haber, por ejemplo, responsables por equipo de la organización de la distribución, así llegamos a más compañeros.

– ¿Alguna propuesta?

– Siempre pienso cómo mejorar la difusión. Se me ocurre que podría venir en cada número una aficheta interior, una réplica de la tapa, así cada compañero la pega en su trabajo, en la universidad, en su barrio. Eso serviría. Y en mi caso lo de las fotocopias pegadas lo voy a hacer más sistemáticamente.

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Entrevistó: Daniel Satur