En la madrugada del 18 de abril, 18 trabajadores de Mafissa resistieron 9 horas en el edificio principal de la planta textil de Olmos a un operativo policial descomunal que logró recuperar la planta. Relata el Diario El Día “Un gigantesco operativo para desalojar la planta textil de la firma Mafissa, ocupada desde hace casi dos meses por un grupo de operarios despedidos, tuvo en vilo a la localidad de Lisandro Olmos... El despliegue se inició poco antes de las 17... una treintena de motos, carros de asalto, y bomberos, patrulleros, camionetas, un helicóptero y unidades especiales de transporte – incluyendo algunas de la División de sustancias peligrosas – se apostaron en las inmediaciones de 44 y 184... Mientras los protagonistas de la toma rechazaban su presencia arrojándoles agua con una manguera y a la vez quemando cubiertas...”.

Esta primera embestida fue repelida por los trabajadores que arrojaron combustible sobre los neumáticos tras los portones y los incendiaron. Y luego se replegaron hacia el interior, antes de subir a las torres resistieron a los policías que ya habían ingresado. Según relata El Día: “(los obreros) se atrincheraron en el edificio central de la fábrica a cuyas terrazas ascendieron arrojando objetos y rompiendo los vidrios de varios ventanales, además de advertir que podrían verter ácido. Fue entonces cuando las fuerzas policiales frenaron su avance. A partir de ese momento, se sucedieron horas de tensión,. indefinición, negociaciones interminables, movimiento de tropas hacia un lado y el otro y celulares en mano”

Finalmente se apostaron en el techo a unos 30 metros de altura donde la policía intentaba llegar infructuosamente con gases lacrimógenos y balas de goma. Fueron 9 horas de resistencia en un lugar donde previamente habían juntado agua y alimentos. El despliegue policial se extendió en todo el predio y en los alrededores cerrando el tránsito de la avenida 44 a mas de 30 cuadras de la planta.

En pocos minutos trabajadores de MAFISSA y familiares y delegaciones de La Plata de trabajadores, estudiantes empezamos a concentrarnos en la esquina de 44 y 184 (justo la calle transversal que desemboca en la puerta de la planta) ante un cordón policial que impedía el acceso a la avenida, pero desde donde se podía ver de lejos a los obreros y hablar a los gritos (después con megáfono) tal cual pasa en los motines carcelarios.

Unos 150 militantes y simpatizantes del PTS nos hicimos rápidamente presentes en las primeras horas, junto a una importante delegación de los compañeros del Frente Dario Santillán, de la Fulp, MAS, PO, dirigentes de Ate, CTA, de Suteba, los cros. del Ce.Pro.DH. y mas tarde del PCR. Los compañeros del MIU, el CAUCE e Insurrectos realizaron de inmediato un corte de calle en 7 y 50, y mas tarde movilizaron a la fábrica. El diputado Gorostiza y de la secretaría de DDHH de la provincia se hicieron presentes ante el descomunal operativo represivo montado.

Al momento del operativo de desalojo, de los 5 miembros de la comisión interna, se encontraban Hernán y José y parte de los compañeros que venían sosteniendo la permanencia. Muchos de los activistas quedaron afuera ya que se venían rotando. Tres de ellos que llegaron ya en medio del operativo, valientemente corrieron en medio de la Policía y se treparon al alambrado pudiendo ingresar. Afuera estaban Polo y Carlitos de la CI, quienes actuaron junto a los abogados ante los jefes del operativo. La tensión crecía con las horas. Diversas movidas de tropas, caballería, la división perros, incluso los bomberos, y las ambulancias creaban un clima de inmediata confrontación, buscando desatar una guerra de nervios. Aunque el lugar conquistado por los valientes trabajadores en los techos era de difícil acceso, no era imposible la represión abierta. Mientras tanto la planta productiva, de conjunto, estaba en manos de la policía.

La Policía pedía a los obreros que salgan incondicionalmente, y luego les propuso que se entregaran cinco. Los compañeros se mantuvieron firmes con la idea de no retirarse y que los vayan a sacar. Pasadas las horas y ante el cariz de los acontecimientos, finalmente a las 2 y media de la madrugada con el acta donde se le imputaba cargos menores (resistencia a la autoridad, violación de propiedad, daños) fueron detenidos y llevados a la DDI (departamento de Investigaciones). Al otro día la Fiscal Ana Medina caratuló la causa como “coacción agravada y daño calificado”. El Juez Atencio, mantuvo la calificación, pero redujo los cargos, por lo que el día domingo, luego de varias movilizaciones y el acampe en los Tribunales, se pudo lograr la excarcelación.