En las últimas semanas el gobierno Lula y la patronal anunciaron su intensión de atacar un derecho democrático esencial: el derecho a huelga. Esta medida reaccionaria, antiobrera y antisindical busca crear mecanismos legales que impidan la organización de los trabajadores para luchar contra los ataques capitalistas y del gobierno. Con las medidas del PAC (Plan de Aceleración del Crecimiento) el gobierno de Lula/PT ataca parte de los beneficios previsionales e impone un límite de 1,5% a los aumentos salariales de los estatales. Además, propone atar el reajuste del salario mínimo al pequeño crecimiento del PBI. Junto al Super-simples (ley que posibilita a las pequeñas y medianas empresas el incumplimiento de las leyes laborales), aprobado a fin de año pasado, estas medidas representan el comienzo de la reforma laboral en Brasil.
Mientras el gobierno aplica estos ataques, comienzan a desarrollarse huelgas tanto en la industria y la construcción como entre los empleados públicos, que se combinan con ocupaciones de tierra por parte de los campesinos sin tierras.
Por todo esto, el Encuentro Nacional contra las reformas neoliberales convocado por la Coordinadora Nacional de Luchas (Conlutas) y la Intersindical para el día 25 de marzo adquiere gran importancia, y puede ser un importante paso adelante para que la clase trabajadora y el pueblo pobre avancen en la unidad y en la organización de la lucha.
Ese encuentro debería aprobar un programa obrero y popular que responda a las necesidades más sentidas de los trabajadores brasileños. Al mismo tiempo debería convocar a un amplio frente único con todos los sindicatos, organizaciones políticas y democráticas que defiendan el irrestricto derecho a huelga. A partir de este encuentro deberíamos exigir públicamente que la CUT (Central Única de Trabajadores), For˜ça Sindical y demás organizaciones sindicales se retiren inmediatamente de cualquier negociación con el gobierno y la patronal y movilicen sus bases para derrotar estos ataques.
Lamentablemente, el PSTU (Partido Socialista de los Trabajadores Unificado) y el PSOL (Partido Socialismo y Libertad), principales organizadores del encuentro, ya acordaron de antemano un programa que no atiende las necesidades del conjunto de los trabajadores y un plan de lucha insuficiente para derrotar los ataques del gobierno. Por eso, una de las propuestas que llevaremos desde la LER-QI es impulsar de forma unificada un congreso o encuentro nacional organizado a partir de delegaciones de los lugares de trabajo, para que podamos discutir democráticamente cómo enfrentar los ataques del gobierno y la patronal y votar un programa obrero y popular que atienda el conjunto de las necesidades de los trabajadores y campesinos brasileños.