El proyecto de ley que autoriza la ligadura de las trompas de Falopio para las mujeres y la vasectomía para los varones no se trata de nada nuevo. Si bien ya rige en la legislación de 17 provincias y se practica en el sector privado, este proyecto se propone trasladar la opción de una anticoncepción quirúrgica al ámbito público, mediante la gratuidad tanto en los hospitales públicos como en el sistema de prepagas y obras sociales.
Más allá de sus límites, el proyecto sólo encontró oposición entre los sectores reaccionarios como la Iglesia, la derecha más rancia... y la “progresista” Elisa Carrió. La chaqueña objetó el carácter irreversible de la ligadura de trompas y la implementación de políticas estatales para asegurar “el mero goce o deseo” sexual (Página/12, 2/06). ¡Tener una vida sexual plena y poder decidir qué hacer con nuestros propios cuerpos parece todo un sacrilegio! A Carrió sólo le faltan ‘los hábitos’.