¿Cómo marcha el trabajo con el periódico Nuestra Lucha?

Charly: Cuando lo lanzamos, junto a los ceramistas de Neuquén y de Zanon, pensamos en un periódico militante, que sirva para organizar una corriente obrera, que sea antipatronal, antiburocrática y contra el gobierno. En síntesis, que levante las banderas del clasismo.

En este último número los aeronáuticos escribimos una nota sobre La Cámpora. El presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, es uno de los máximos dirigentes de esa agrupación kirchnerista. Ahí denunciamos que su discurso “progre” se cae a pedazos, ya que desde la presidencia de una empresa estos jóvenes funcionarios explotan a los tercerizados igual que un capitalista chupasangre. Esto hizo que una sorprendente cantidad de tercerizados de distintas empresas aeronáuticas decidieran tomar el periódico en sus manos y lo repartieran por decenas entre sus compañeros de trabajo.

Lorena: Los que somos parte del sindicalismo de base le hemos dado la espalda a los dirigentes traidores de la CGT y de la CTA, que dejan nuestras luchas aisladas, sólo pelean por sus intereses. Tener este periódico como expresión y herramienta de organización de todos esos sectores, tener nuestra propia voz así como los empresarios, el gobierno y la burocracia tienen los suyos, ese era uno de nuestros desafíos. Los clasistas hoy tenemos Nuestra Lucha. En Kraft, PepsiCo y Stani pasamos 200 periódicos, pero además ha llegado a fábricas de la alimentación de Tucumán, Rosario y Córdoba a las que antes no llegábamos.

Montes: De entrada dijimos que con Nuestra Lucha queremos discutir de política, formarnos con experiencias históricas de nuestra clase, dejar en claro las políticas de las distintas corrientes que hay en el movimiento obrero.

Y la verdad es que se han armado buenos debates en muchos lugares de trabajo. Y eso es importante, para lo que tenemos por delante. Porque es probable que en un segundo mandato de Cristina, o cualquier otro gobierno que surja después de octubre, se produzcan enfrentamientos más duros entre las clases. Por eso los empresarios quieren limitar el poder de los sindicatos y las organizaciones obreras, criminalizar nuestros métodos de lucha. Y por eso la burocracia pide más lugares en las listas, puestos de gobierno e impunidad para mantener las cajas que maneja. Gobierno, burócratas sindicales y empresarios quieren sobre todo evitar que crezcamos los sectores combativos, los que no estamos dispuestos a tranzar.

Y nosotros también tenemos que encarar estos meses con una perspectiva estratégica. Porque tarde o temprano van a venir momentos de mayor crisis, como ya hemos vivido en la Argentina hace unos años, o se vive actualmente en España.

Y para eso hay que prepararse. Llegado ese momento, nosotros tenemos que tener organizado un “ejército” propio, una corriente de trabajadores que se haya fogueado en distintas experiencias de lucha, que haya discutido un programa que defienda los intereses de nuestra clase, que esté arraigada en cientos de fábricas y empresas, que pueda ser una alternativa a la podrida burocracia sindical. Esa corriente hoy tiene su palanca en el periódico Nuestra Lucha.

¿Cuáles son las peleas principales en estos momentos?

Lorena: Nosotros, antes que nada, estamos con los que luchan. Los empresarios nos hacen la guerra todos los días. Ahora un juez pide que el gerente de RR.HH. de Kraft identifique a quienes cortamos la Pana para procesarnos. La patronal pide el desafuero del Poke y de Julio, de la comisión interna. Quiere barrer la organización. (…) En Corrientes la Policía reprimió una marcha de los sindicatos y la Gendarmería amenaza a los docentes en el norte de Santa Cruz. Hay que enfrentar esta política de ataque a los luchadores y sectores antiburocráticos que no se callan y defienden los métodos de lucha de los trabajadores, y no se acomodan con el gobierno de turno entregando a la clase obrera como lo hacen Daer y compañía.

Charly: Sí, y otro tema fundamental es que hoy tenemos millones de trabajadores precarios, en negro, tercerizados, contratados, que no son parte de las preocupaciones de la CGT. Esto no es casual: Moyano es parte del proyecto del kirchnerismo, en el cual lo que primero hay que cuidar es la fuente de ganancias de la patronal basada en la explotación de los trabajadores precarizados. Moyano, el gobierno y los empresarios saben que esa superexplotación y división de la clase obrera es la base de su “modelo”. No alcanza con enfrentar a la burocracia: hay que combatir su proyecto político.

¿Y cómo pueden encarar esta coyuntura política los sectores clasistas?

Charly: Nosotros seguimos luchando, diariamente, en los lugares de trabajo, en los gremios. A veces por las paritarias, otras contra los despidos o por organizar al activismo. Pero no podemos eludir tener una posición de clase frente a las elecciones que hay a lo largo de este año, que van a ser el principal terreno de lucha política contra los partidos que defienden los intereses de los empresarios. La Lista Marrón del sindicato ceramista ha dado un paso, proponiendo a Alejandro López y Raúl Godoy como candidatos a diputados en Neuquén, dentro del Frente de Izquierda. En ese mismo sentido, en las agrupaciones obreras que participan de Nuestra Lucha empezamos a discutir y queremos proponer candidatos que se integren a las listas que el Frente de Izquierda impulsa en distintos lugares del país.

Nuestra militancia con el periódico no se detiene. Imprimimos más ejemplares, y estamos participando de varias peleas. Pero sumamos ahora este debate, que estamos dando en las agrupaciones y queremos llevar a los miles de lectores del periódico: qué hacer ante las elecciones y cómo seguir construyendo una izquierda de los trabajadores. Muchas veces ocurre que un trabajador que participa de una lucha donde enfrentó a un empresario y a la burocracia sindical termina votando al mismo candidato que vota ese mismo empresario y ese mismo burócrata. Esa claridad que tienen los trabajadores cuando luchan, también se tiene que tener cuando se participa en política, este es el gran desafío de Nuestra Lucha.

Lorena: Con los compañeros de Zanon, los que somos parte de la Agrupación Desde Abajo en el gremio de la Alimentación, junto con otros delegados de base, venimos planteando que es importante extender la corriente clasista, y el periódico, pero no sólo en el terreno sindical. Que hay que discutir política. Bueno, esta es una enorme oportunidad. Hoy en las fábricas se discute mucho de política. La burocracia está desprestigiada, pero muchos compañeros que nos ayudan a enfrentarla todos los días, que son honestos, nos dicen que defienden al gobierno “contra la derecha”. Entonces, nosotros queremos discutir con esas compañeras y compañeros, sacarle la careta a este gobierno que se dice progresista pero persigue a los luchadores como nos pasa en Kraft, mientras permite que los empresarios la levanten en pala. Convencerlos de que peleen con nosotros por una política de independencia de clase.

Montes: En definitiva, con Nuestra Lucha queremos ayudar a romper con una ideología impuesta por más de 60 años por el peronismo: la “conciliación de clases”. Perón decía: “Los trabajadores, de casa al trabajo y del trabajo a casa, porque para hacer política están los políticos y para hacer sindicalismo están los sindicalistas”. Nosotros decimos que los trabajadores no sólo podemos hacer política, sino que debemos hacer política. Porque si los trabajadores no hacemos política, la hacen por nosotros los patrones, los “doctores” o los burócratas. Por eso vemos a Moyano pelear por cargos en el PJ. O a De Gennaro que quiere ir con el sojero Binner y con Juez. Los clasistas no tenemos nada que ver con eso. Por eso decenas de compañeros y compañeras que impulsamos Nuestra Lucha -no sólo los que militamos en el PTS- vamos a participar como candidatos en el Frente de Izquierda y a apoyar una campaña que difunda sus propuestas en las fábricas y permita enfrentar la proscripción.