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OBSERVATORIO DE MEDIOS

El decano Schuster se suma a la "cruzada" mediática

El decano Schuster se sumó a la cruzada mediática del gobierno presentando directamente ante CFK un estudio realizado por la Facultad de Ciencias Sociales donde se denuncia que durante la cobertura del lockout del agro "han existido expresiones de periodistas (…) que llenan de vergüenza e indignación por sus contenidos clasistas y racistas" y suma así su apoyo al gobierno para la creación de un "Observatorio de la Discriminación en los medios de Comunicación", que estaría conformado además por el COMFER y el INADI.

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15 de abril 2008

El decano Schuster se sumó a la cruzada mediática del gobierno presentando directamente ante CFK un estudio realizado por la Facultad de Ciencias Sociales donde se denuncia que durante la cobertura del lockout del agro "han existido expresiones de periodistas (…) que llenan de vergüenza e indignación por sus contenidos clasistas y racistas" y suma así su apoyo al gobierno para la creación de un "Observatorio de la Discriminación en los medios de Comunicación", que estaría conformado además por el COMFER y el INADI.

No cabe duda de que durante el lock out del campo -como es más que usual en los medios- fue notoria la presencia de expresiones discriminatorias cargadas de racismo social.

El "clasismo" de los medios

Del mismo modo, tampoco caben dudas acerca de las expresiones "clasistas", pero justamente lo que no dicen Schuster, ni el ex director de la carrera de comunicación (y actual vicedecano), Damián Loretti, es que mientras los distintos sectores capitalistas del campo y la industria tuvieron y tienen lugar para transmitir sus demandas, los más de 10 millones de trabajadores asalariados no tuvieron ni tienen posibilidad alguna de acceso a los grandes medios de comunicación para expresar sus intereses de clase y los del resto de los sectores explotados y oprimidos.

Como bien dice la declaración en su primer párrafo, los medios de comunicación son "empresas configuradas como sociedades comerciales". ¿Esto qué quiere decir? Que tienen intereses privados, los intereses de la clase que detenta su propiedad.

Por consiguiente es una verdad de Perogrullo que los contenidos clasistas (de la clase dominante) son la moneda corriente en los medios. ¿O qué quiere decir si no que cuando los trabajadores del subte hacen un paro las únicas voces que salen en los medios sean las de "la gente" o "los usuarios" "rehenes del vandalismo gremial" y los de los voceros de la empresa, pero nunca la de los propios trabajadores en lucha? Y esto, cuando el conflicto llega hasta los medios masivos de comunicación. Porque Schuster no emitió palabra alguna cuando Ginés Gonzalez García calificó como "terroristas sanitarios" a los enfermeros del hospital Garrahan que trabajan 14 y 17 horas por día por salarios miserables, por hacer un paro para reclamar salarios igual a la canasta familiar. O cuando Néstor Kirchner el año pasado calificó como "patoteros", a los docentes y estatales de Río Gallegos que luchaban contra la discriminación de no poder tener siquiera paritarias para discutir sus demandas. Notablemente el Decano tampoco emitió palabra pública alguna cuando el funcionario K, Varizat, atropellaba a los luchadores con su 4x4.

Podríamos hacer una lista interminable de conflictos que no tienen ninguna difusión o que sufren la manipulación en contra de los trabajadores y en favor de los intereses empresariales, ya sea en la ciudad como en el campo. Ni hablemos de cuando son los trabajadores de los propios medios los que se organizan y luchan, como en los últimos tiempos sucedió en Perfil, Crónica, Canal 7 y en estos precisos momentos en Diario Popular. En esos casos, el corporativismo y la censura conforman un cerco mediático infranqueable.

Un caso emblemático fue la lucha de los trabajadores del Casino Buenos Aires. Este conflicto tuvo una amplia cobertura mediática (TN, C5N, Crónica, América 24) hasta el día 15 de Enero, fecha en la cual la patronal kirchnerista de Cristóbal López junto con la burocracia del sindicato de juegos de azar realizaron una conferencia de prensa en donde acusaron a los cientos de trabajadores en lucha de ser sólo " 40 violentos". La lucha duró casi 40 días más, con movilizaciones diarias, acampe en Plaza de Mayo, cortes de calle, piquetes, y la zona de Puerto Madero militarizada. Los jóvenes trabajadores –muchos de los cuales son estudiantes de esta Facultad- fueron reprimidos sendas veces y los que cayeron detenidos fueron brutalmente golpeados en las comisarías. Organizaron conferencias de prensa con Nora Cortiñas y Pérez Esquivel en lugares muy visibles, como la Catedral de Bs As. Bastan ver los archivos para ver cómo, a partir de aquél 15 de enero, hubo un escandaloso cerco mediático con esta lucha ejemplar, cual dictadura.

Varios trabajadores de los grandes medios de difusión denunciaban a los jóvenes del Casino y a los estudiantes que nos solidarizamos con su lucha, que había una orden expresa de la Casa Rosada de no emitir una sola noticia verídica sobre este conflicto, ya que Cristóbal López es un viejo amigo de la familia presidencial. ¿Dónde estuvo la denuncia al respecto de todos los que componen el flamante "Observatorio", incluido nuestro Decano Schuster?

Otro caso de los últimos meses sucedió el lunes 14 de enero en Grand Bourg. Allí funciona la metalúrgica autopartista Dana Spencer, donde trabajan más de 600 operarios. Once días antes esta empresa multinacional despedía a unos 50 trabajadores, entre los que se encontraban los más combativos de la comisión interna. Vinieron los piquetes en la puerta de fábrica para paralizar la planta y obligar a la empresa a dar marcha atrás con los despidos. De pronto irrumpen varios vehículos y bajan a toda velocidad unos 70 matones, algunos con la camiseta de Chacarita, que comenzaron a repartir trompadas, cuchillazos, a quemar y romper autos estacionados y destruir y robar todo lo que encontraban. Los efectivos de la Bonaerense se notaban por su ausencia. Era una zona liberada. Golpearon duramente a todos los que se encontraban allí. Quemaron vehículos y acuchillaron a dos trabajadores. Los trabajadores en lucha denunciaron que la patota había sido enviada por la directiva del sindicato SMATA, de Jorge Rodríguez. ¿En qué medio de de difusión masiva se reflejó este hecho? ¿Qué dijeron al respecto los hoy integrantes del “Observatorio”?

El 24 de marzo pasado decenas de miles –un número cualitativamente superior a los “caceroleros de Barrio Norte”- nos manifestamos en la Plaza de Mayo a 32 años del golpe para denunciar, convocados por las centenares de organizaciones que componen el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, la impunidad reinante durante la gestión de los Kirchner y realizar una serie importante de demandas. Esta movilización fue cuasi censurada por la televisión. En la prensa gráfica sólo se hizo alusión en pequeñas notas a una marcha organizada “por la izquierda y los piqueteros” sin mencionar adrede la presencia de organismos de derechos humanos independientes del gobierno y la masividad de la concentración.

Es ilustrativo de la adaptación a la censura que se ejerce cada día en los medios de difusión masiva que en la declaración firmada por el Consejo Directivo de la facultad de Ciencias Sociales no se haga una sola mención de la notoria ausencia de una voz durante el reciente conflicto del gobierno con los propietarios del campo: la de los trabajadores rurales a los que les rige hoy una ley redactada por Videla y Martínez de Hoz… La censura en los medios es netamente de clase, no hay lugar en ellos para que los trabajadores y los sectores populares expresen sus intereses y difundan sus luchas.

¿Derecho a la información? ¿Para quiénes?

En la carrera de Ciencias de la Comunicación que se dicta en la UBA se enseña que el derecho a la información se basa en tres acciones básicas: buscar, difundir y recibir información. Pero ¿qué posibilidad real existe de ejercer este "derecho humano" cuando los empresarios que dirigen los medios son los que deciden qué se emite y qué no de acuerdo a sus propios intereses?

En dicha Declaración se alude a la ley de Radiodifusión afirmando que existe "la necesidad de la sanción de una ley democrática de radiodifusión que garantice los derechos del público a acceder a información plural, lo que conlleva la existencia de medidas tendientes a controlar los procesos de concentración mediática y de maniobras de monopolio informativo". Y la resolución práctica para garantizar todo esto fue una reunión con Cristina Fernández y el "pluralista" Aníbal Fernández –los censores del conflicto del Casino, para nombrar sólo uno- en la que se acordó formar un Observatorio de medios que actúe como un organismo de control.

"Los argentinos tenemos que reflexionar esencialmente sobre quiénes son los titulares del derecho de la libertad de información y de la libertad de prensa. Si son realmente las grandes empresas de comunicación o es el ciudadano y la ciudadana de a pie –como me gusta decir– que merece que todas las historias y todos los relatos sean diferentes y plurales", dijo CFK. Pero estas palabras pierden validez si tenemos en cuenta que fue su marido, cuando era presidente, el que firmó el decreto 527/05 por el cual se prorrogaron por diez años más las licencias de radio, TV abierta y TV por cable. ¿Cuán eficaz puede ser este “observatorio” cuando está impulsado y conformado por organismos y funcionarios del gobierno que más favoreció al Grupo Clarín? ¿Habrá pensado en "el ciudadano y la ciudadana de pie" Néstor K cuando mandó canal 7 a la señal número 15 para darle a Hadad el canal 5?

Por otra parte, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), se pronunció al respecto denunciando que el gobierno pretende enmascarar de esta forma el control sobre la prensa. Lejos estamos de avalar esta postura hipócrita de un organismo que nada dijo en momentos en que la prensa jugaba un rol nefasto, como durante la última dictadura, haciendo ideología constante en favor del la junta militar genocida. En la actualidad, el silencio continúa cuando la censura cae sobre los trabajadores, el pueblo, las organizaciones sociales y la izquierda.

Los "oligarcas" de los medios

Así como los oligarcas del campo siguen existiendo, también vemos que hay una "oligarquía" de los medios que concentran los grandes medios de difusión en un puñado de holdings multimediáticos que acaparan absolutamente todo el mercado y que en estos años de la era K aumentaron aún más sus negocios.

Para dar un ejemplo, el grupo Clarín en los últimos años llegó a concentrar el 70 % de los medios audiovisuales (Clarín, La Voz del interior de Córdoba, Los Andes de Mendoza, Multicanal y Cablevisión). El emporio multimediático de Hadad viene sumando; además del nuevo canal de noticias C5N y de la Radio 10, edita el diario Infobae.
Por encima de todo, está la disputa por el mercado que viene haciendo Telefónica con el Grupo Clarín, por instalar el "Triple Play" (Internet + telefonía + TV), aspirando a quedarse con el Monopolio de los medios de comunicación. Ya los Kirchner no pierden tiempo en negociar con estos monstruos hablando constantemente con el magnate Slim de TELMEX. Un verdadero gobierno al servicio de los grandes "oligarcas de los medios".

Para terminar con la concentración de los medios y que los trabajadores y el pueblo puedan acceder a ellos

No podemos quedarnos tranquilos cuando el Estado –que mantuvo durante 25 años la ley de Radiodifusión de la dictadura- se dispone a crear un organismo que controle los contenidos que se emiten en los medios. Nos parece un tanto cínico. Más allá de los fundamentos que hoy esgrimen “por izquierda” (la “no discriminación”) este organismo puede ser utilizado como taparrabos de la censura que sufran los sectores que cuestionen al propio gobierno y a todo lo que garantiza el actual orden social. Que las autoridades de la Facultad de Ciencias Sociales se hayan sumado a un "Observatorio sobre Discriminación en los Medios de Comunicación" formado e integrado por funcionarios de este gobierno, pone en evidencia que se sumaron al doble discurso K que tanto se negaron a asumir.

Que la Facultad de Ciencias Sociales se pronuncie por un tema nacional es más que legítimo. Lo llamativo es que no denuncie la concentración mediática, la imposibilidad de ejercer la libre expresión y, por omisión, avale la utópica ilusión de que puede existir un sistema de medios realmente democrático en este decadente sistema capitalista.

La única forma de terminar con la discriminación y los contenidos clasistas y racistas en los medios es arrancándolos de las manos de los empresarios que hoy los manejan. Expropiándolos sin pago para que los sectores populares, las organizaciones sociales y de los trabajadores determinen los contenidos a transmitir sin restricción alguna.

Del mismo modo, tampoco caben dudas acerca de las expresiones "discriminatorias" contra los sectores populares… pero no sólo por parte de la oligarquía agro ganadera, como quiere presentar el gobierno, sino también de los sectores industriales a cuyas arcas irán a parar, a través de subsidios, las tan mentadas retenciones, que le recordamos al Sr. Decano que no están destinadas a solucionar nuestros problemas presupuestarios y edilicios.

Los estudiantes, docentes, graduados de la carrera de comunicación y los trabajadores de prensa, que pretendemos que los trabajadores y el pueblo pobre puedan "buscar, difundir y recibir" la información que realmente les interesa, nada podemos esperar de este Observatorio, compuesto por organismos y funcionarios que hasta el momento "observan" siempre a través del prisma de sus propios intereses empresarios y los del poder político.

León Rozitchner en una columna de Página/12, afirmó que no es posible que la universidad argentina (y mucho menos la carrera de comunicación) no tengan un medio de difusión. Creemos que tiene razón. Pero ese medio tiene que ser independiente tanto del gobierno nacional como de la gestión de la universidad y las facultades.
Desde En Clave Roja-comunicación peleamos porque en la facultad tengamos un medio de comunicacion independiente, en el cual los contenidos que desde allí se emitan sean discutidos por las organizaciones estudiantiles, los docentes, los trabajadores y los sectores populares, que son los únicos que pueden garantizar que no exista la censura de los empresarios sobre los trabajadores.

En Clave ROJA – Ciencias Sociales (en OKTUBRE, mayoría estudiantil en la junta de carrera de Ciencias de la Comunicación)


Lea "El Observatorio de Cristina", por Octavio Crivaro en La Verdad Obrera N° 272 haciendo click AQUI

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