Si por un lado este fue el Foro Social Mundial que involucró al mayor número de participantes (180 mil) y el mayor movimiento financiero (US$ 60 millones en Porto Alegre), por el otro, esas cifras no consiguieron esconder la crisis política e ideológica del Foro, su impotencia en combatir al neoliberalismo. Sus principales figuras, como Lula, se transformaron en los continuadores de las políticas neoliberales y aplicadores de los dictámenes del FMI. Así lo demuestra el informe de uno de los principales organizadores del FSM, el intelectual petista Emir Sader: “Sin embargo, las medidas adoptadas con posterioridad demostraron que ninguna de las propuestas del FSM… fue tomada en cuenta por su gobierno: ni la reglamentación del capital financiero, ni la suspensión del pago de la deuda, ni la protección del medio ambiente, ni la lucha contra los organismos genéticamente modificados, ni ninguna otra propuesta surgida de Porto Alegre. Cuando los organismos multilaterales -desde el FMI hasta el Banco Mundial- alabaron la política económica del gobierno, se hizo evidente que las decisiones de Lula estaban más cerca de la estación de esquí suiza que de la capital gaúcha.”1

Las contradicciones del FSM

La contradicción entre las propuestas reformistas del FSM y las aplicadas por los distintos partidos “estrellas” de años anteriores, como el del gobierno neoliberal de Lula, atravesó el conjunto del evento. Esto quedó marcado tajantemente en el mismo proceso brasileño ya que el PT hizo un esfuerzo para transformarse en base de sustento de Lula, mientras que las denuncias y protestas a las políticas sostenidas se hacían notar con fuerza. Fue en este marco que Chávez se proyectó como la principal “estrella” del FSM, “robando la escena” con su retórica antiimperialista, siendo presentado por gran parte de la izquierda latinoamericana como el ejemplo de que el “capitalismo nacional y popular” es posible. Pero el presidente venezolano ha demostrado que no está por darle ningún espacio en la toma de decisiones a las masas explotadas de Venezuela, las que realmente han puesto su fuerza en las calles para derrotar a la derecha golpista. Por el contrario, Chávez se ha negado a expropiar a los grandes capitalistas -que como Cisneros fueron promotores del golpe de abril de 2002- abriendo canales de negociación con la derecha empresarial y el imperialismo.
Esto se dio en un marco de total decadencia del Foro, donde ni siquiera se puso a discusión la ocupación yanqui a Irak, ni se dio alguna perspectiva al alicaído movimiento “altermundista”.
Las 352 propuestas escogidas por los organizadores como síntesis del Foro no consiguieron tener mayor proyección a la taxativa reivindicación que Lula hizo de los más reaccionarios aspectos de su gobierno y de la ligazón entre el FSM y el Foro Económico Mundial de Davos. En el llamado “Campamento Intercontinental de la Juventud”, que reunió cerca de 35 mil jóvenes, la carencia de eventos políticos fue más que notable demostrando que la política de los organizadores del evento no era más que entretener a la juventud y sacarle cualquier rol protagónico. Más aún, la decadencia se expresó en el registro oficial de más de 90 denuncias de violaciones, en el supuesto campamento del “otro mundo es posible”.

La izquierda frente al FSM y el proceso brasileño

Los fenómenos de ruptura con el gobierno de Lula y el PT que se desarrollan en amplios sectores de vanguardia brasileña tuvieron importante trascendencia. El hecho más significativo fue la altísima repercusión del acto realizado contra la presencia de Lula en el FSM, convocado por la izquierda brasilera, con más de 1000 personas y con decenas de oradores de las más importantes organizaciones no petistas como el Partido Socialista de Trabajadores Unificado (PSTU), el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y de nuestra corriente internacional la FT-CI. Allí nuestro compañero José Montes, dirigente nacional del PTS, hizo uso de la palabra denunciando al FSM como una gran estafa expresada en que sus principales figuras, como Lula, son impulsores de las políticas neoliberales, y al mismo tiempo denunció la conciliación de clases de Chávez. Por otro lado hizo un llamado a pelear por un Encuentro Internacional clasista, antiimperialista y anticapitalista de las organizaciones obreras antiburocráticas y de la juventud que hoy comienzan a enfrentar a los nuevos gobiernos neoliberales.
Como parte de estos fenómenos es que durante todo el FSM se realizaron encuentros nacionales de partidos como el del PSOL hasta encuentros nacionales de la vanguardia sindical y estudiantil como Conluta y Conlute2, pasando por oficializaciones de ruptura con el PT como el de un grupo de cerca de 100 militantes, incluyendo importantes intelectuales como Plínio de Arruda Sampaio Júnior y un miembro de la Ejecutiva Nacional de la CUT Jorge Martins. En otros artículos de estas páginas damos cuenta de nuestra intervención política ante este interesante proceso de ruptura de sectores de vanguardia con la CUT y el PT.

Nuestra política

Desde la Fracción Trotskista – Cuarta Internacional, hicimos un llamado a los sectores de izquierda internacional, y en Brasil en especial al PSTU y al PSOL, para la construcción de un Foro Paralelo clasista, anticapitalista y antiimperialista que centralizara y fortaleciera las manifestaciones de protesta que ocurrirían en Porto Alegre, contra el FSM. La fuerza expresada por el conjunto de la izquierda en sus distintas intervenciones, hubiera hecho posible la realización del mismo y así se hubiera podido marcar una nueva alternativa clasista y anticapitalista contra la nefasta ideología de humanizar el capitalismo de los organizadores oficiales del FSM.
Fue así que actuamos conjuntamente desde la Liga Estrategia Revolucionaria (LER-QI) y el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS), junto a obreros de las fábricas Zanon y Brukman que a su vez son militantes del PTS, buscando armar a los sectores de vanguardia brasileños presentes en el FSM con una política capaz de combatir el conciliacionismo de clases que impregnaba el evento mismo. En el proceso concreto brasileño combatimos la influencia del petismo sobre el movimiento de masas y las ilusiones en el gobierno de Lula, luchando por la construcción de un polo antiburocrático nacional y por la apertura de un amplio debate junto a la clase trabajadora acerca de la necesidad de impulsar un gran partido obrero independiente dirigido por los trabajadores a partir de sus sindicatos. Expresando claramente que sólo con la clase obrera como hegemónica del conjunto de los sectores explotados podremos hacer realidad la liquidación del capitalismo sin lo cual no hay “otro mundo posible”.
Durante todo el Foro la delegación de la FT-CI difundió los periódicos Palavra Operária de la LER-QI y La Verdad Obrera del PTS, como así también la edición en portugués y castellano de la revista Estrategia Internacional.

1 “Brasil: tercera vía cada vez más contestada”, extraído del periódico La Jornada.
2 Conlutas: Coordinadora Nacional de Luchas. Conlute: Coordinadora Nacional de Lucha Estudiantil.