Al Paro provincial se suma ATE con uno nacional y los profesionales de la administración pública que paran por 72hs. Las medidas se realizan luego de dos meses de idas y venidas del Frente Gremios Estatales (FGE). En ellas, los funcionarios negaron el aumento que habían prometido en los días de campaña.

Las cuentas fiscales y las ganancias de los de arriba
El gobierno y la oposición se basan en el deterioro de las cuentas fiscales para negar el aumento. Tanto el PJ como la UCR han mantenido una provincia que depende en más de un 90% de los fondos del Tesoro Nacional para financiar su gasto y durante el crecimiento “chino” de los últimos años no modificaron en nada esta situación. Los más de $83 millones de ganancia del Ingenio Ledesma o los $163 millones de ganancia del Banco Macro, durante este año de baja de la actividad, demuestran que recursos no faltan. Además, según un informe de Página/12 en la provincia la recaudación pública aumentó un 24.7% durante el primer semestre del año.

En realidad, estos políticos profundizan un sistema tributario regresivo orientado a resguardar las ganancias capitalistas. Mientras un trabajador paga un 21% de IVA por un litro de leche, Ledesma paga un 0.05% por sus ingresos millonarios y recibe exenciones por el biocombustible; o Minera El Aguilar no paga un peso por sus ganancias y el saqueo del mineral.
Casi la mitad del gasto público se destina al pago de la deuda externa y a subsidios a empresarios como Taselli en Zapla, o a los monopolios del tabaco que reciben $200 millones este año por el FET.1

¿Te acordás de los ´90?

En aquella década, el FGE junto con la CGT impulsaron importantes movilizaciones y paros contra los planes de ajuste. Su programa se limitaba a asegurar el pago en tiempo y forma y algún que otro aumento salarial, junto con evitar la ruptura en la cadena de pagos a cuentapropistas y PyMes. Para lograrlo buscaban recursos en una mayor coparticipación y en aplicar impuestos a los grandes propietarios y empresas, el uso de tierras ociosas, entre otras medidas, que quedaron siempre en segundo plano.2
Esta política llevó a los trabajadores a presionar para sostener las cuentas públicas, cuestión que limitó una salida de fondo, permitiendo la sobrevida de los mismos políticos y empresarios responsables de la crisis.3

Hoy la directiva de ATE-CTA reclama “aumentar la coparticipación”
acompañadas por el FGE, siendo éste el eje de su planteo para resolver la cuestión salarial. Esto es un paso atrás de lo sostenido por estas directivas en los ’90 y desarma a los trabajadores frente al ajuste.

¿Por qué luchamos?

Para que la crisis la paguen los capitalistas es necesaria una lucha desde las bases por una paritaria única de estatales y privados que contemple un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar y móvil según inflación; el pase a planta permanente y el trabajo genuino para los desocupados.
La reciente huelga de los recolectores de San Salvador Residuos, por el no cumplimiento en la entrega de indumentaria, partió desde las bases, con sus delegados combativos al frente del paro y coordinando acciones entre los edificios. Así se logró la entrega casi de la totalidad de los materiales reclamados.

Para conquistar todas nuestras demandas, las directivas tienen que convocar a asambleas y a un plenario de delegados abierto del FGE, la CGT y de las organizaciones sociales para coordinar una lucha unitaria contra el gobierno y las patronales.

Los recursos están. Hace falta terminar con el pago de la deuda externa, eliminar el IVA y los subsidios y exenciones impositivas que obtienen los capitalistas, junto con imponer el cobro de impuestos progresivos a las grandes fortunas y propiedades. Estas medidas permitirían financiar un plan de obras públicas y viviendas masivas bajo control obrero, sobre la base de la expropiación de tierras sin indemnización a los latifundistas.