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Derechos Humanos

Disolución de la policía

15 de abril 2004


A pesar de reconocer la descomposición policial y su rol de mafia organizada asociada al poder político, los "progresistas" –que imputan a la izquierda falta de respuesta en el tema de seguridad- no atinan a responder ellos el problema de raíz.
Pasquini Durán planteó en Página 12 que "La izquierda (…) ha contribuido poco a la formulación de políticas de estado sobre la seguridad, ya que (…) considera al delito como una consecuencia natural de las injusticias del sistema capitalista y, por lo tanto sin solución en tanto perdure el "sistema"(...) Es habitual que al considerar el fenómeno criminal las propuestas estén vinculadas al pleno empleo, salarios dignos, educación para todos y hasta el no pago de la deuda externa, lo cual, en última instancia tiene alguna dosis de racionalidad, pero no remueve en el corto plazo los dramáticos efectos de la inseguridad (...) ni atenúa los temores extendidos en una considerable proporción de la sociedad."1.

Pasquini Durán ataca a la izquierda que fue la única que se movilizó y se opuso consecuentemente al "gatillo fácil" y al reforzamiento del poder de las mafias policiales, acompañando el reclamo de los familiares de sus víctimas. Esta fue y es una forma concreta de luchar contra la "inseguridad" en el "corto plazo". Su ataque a la izquierda esconde la complicidad con el gobierno de Kirchner, que es precisamente quien está avanzando en reforzar el poder de fuego de los asesinos de uniforme.
En realidad, lo que Pasquini exige a la izquierda es que tome partido por el garantismo contra la mano dura. El garantismo es hacer cumplir la ley burguesa. De esta manera se le está pidiendo a la izquierda el reconocimiento de este estado, sus normas y fuerzas represivas, con que la burguesía somete a los trabajadores y al pueblo pobre. En nombre de esta legalidad más de 3000 luchadores populares están procesados y en honor a su cumplimiento fueron asesinados no hace mucho tiempo Maximiliano Kostequi y Darío Santillán. Por esto último es que también la izquierda ha defendido las libertades democráticas que el gobierno con la anuencia de los progresistas continúa degradando.
Para nosotros el problema central es de clase. Si la causa central del delito es la persistencia del capitalismo, de su estado de bandas mafiosas y el aumento de la desigualdad social, lo esencial es levantar una política independiente del estado, que enfrente a las fuerzas represivas y combata la pobreza y la desocupación, para garantizar a la mayoría popular el derecho a la existencia.
Por último reafirmamos que no hay solución de fondo en los marcos del capitalismo y sus instituciones. La primera medida seria para combatir la "inseguridad" es la disolución de la policía y de todas las fuerzas represivas. La seguridad de la población debe estar en sus propias manos. Para tal fin hay que luchar por una milicia basada en las organizaciones de trabajadores, ocupados y desocupados, con participación en su dirección de integrantes de organismos de derechos humanos y victimas de la represión policial e institucional. Esta perspectiva no puede estar separada de la lucha por acabar con este régimen social y su estado, es decir de la construcción de un nuevo orden, un estado de los trabajadores basado en los organismos de democracia directa de las masas.
1 J. M. Pasquini Durán, Página/12, 10/04/04.

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