El viernes 4 más de 10.000 trabajadores del Estado, la mayoría docentes, nos movilizamos por las calles de Córdoba por aumento de salarios. El gobierno de De la Sota realizó descuentos por los días de paro que en algunos casos superaron los $700 y hay compañeras que no cobraron nada. La movilización, que fue el cierre de un paró de 48 hs., fue impulsada por los gremios de docentes y estatales (SEP y UEPC), apoyada por la CGT-Regional Córdoba, y hasta la CGT “Chacabuco” que preside Omar Dragún (SMATA) envió su “solidaridad”. Recordemos que Dragún es, o era por lo menos hasta ahora, un delasotista fanático. Y todo esto en el marco de que Moyano y la CGT Nacional, habían hecho declaraciones el día anterior “en apoyo a la lucha de los trabajadores cordobeses”.
El lunes 7 el gobierno solicitó, por primera vez en su gestión, la conciliación obligatoria y la conducción de los gremios la acató, dándole tregua. Esto ha reforzado el repudio a la conducción de Pihen y Nebreda que ni siquiera convocó a asambleas de base para decidirlo. Hay sectores “autoconvocados” en los hospitales que siguen de paro y en distintas zonas siguen las medidas. Pero el gobierno va a tener un respiro de 15 días (que quizá se extienda) justo cuando al apoyo social y las medidas se iban haciendo más fuertes. Esta misma semana los docentes universitarios (ADIUC) comenzaron un paro de 5 días, que al cierre de esta edición, en su tercer día, tenía un acatamiento importante, y también los judiciales salieron al paro. Cuando podían unificarse todas estas luchas, las conducciones acatan la conciliación y hasta lo consideran un paso adelante.

Una pelea justa y una interna “sucia”
Nadie se cree el verso de De la Sota que “Córdoba paga los mejores salarios del país”.
Pero también es cierto que el gobierno nacional y sus aliados (Luis Juez, los kirchneristas cordobeses, el “Pichi” Campana) están “interesados” en este conflicto, no por lo mismos intereses que los trabajadores. Se están alineando las fuerzas para las elecciones del 2007 y les surge la “sensibilidad” con los estatales y docentes. Hasta el diario La Voz del Interior empezó a denunciar un “cúmulo” de actos de corrupción del gobierno, que “descubre”... en el séptimo año de su gestión. Los dirigentes sindicales son parte de esta interna. Los que están a la cabeza del conflicto, estuvieron en la inauguración del local del Frente para la Victoria en Córdoba hace unas semanas atrás y enviaron delegaciones al acto del 25 de mayo. Es por esto que la “unidad” que se está dando por arriba, no llegó a medidas contundentes como un paro por tiempo indeterminado (como mocionaron algunos sectores en las asambleas de delegados de docentes) o incluso un paro provincial, si es verdad que la CGT “Chacabuco” estaba preocupada por los trabajadores. No quieren que “se les vaya de las manos” y limitan la lucha a los mezquinos intereses de debilitar al delasotismo para negociar candidaturas para el año que viene. Esto se expresa también en el reclamo del 19% de las conducciones de los gremios, acorde con el techo salarial de Kirchner y Moyano.

Una estrategia independiente para ganar
Los trabajadores no tenemos nada que ver con la interna peronista. Los estatales de todo el país, incluso donde gobiernan los kirchneristas, tienen salarios miserables. Debemos exigir una estrategia independiente. Los trabajadores queremos y podemos derrotar al “gallego”. Pero no para hacer un recambio cosmético y “tranquilo” como quieren nuestros dirigentes, para servirle en “bandeja” nuestra lucha a algún kirchnerista, para que siga haciendo lo mismo que De la Sota, quizás con otro discurso.
Exijimos la ruptura de las organizaciones obreras con los políticos patronales, un plan de lucha serio por un salario igual a la canasta familiar, un congreso de delegados de base de todos los gremios, e incluso un paro provincial del conjunto del movimiento obrero para terminar con la precarización laboral, los bajos salarios, por la reincorporación de los despedidos de Cargo-Renault, contra la esclavitud de nuestros jóvenes en los “call centers” y para exigir una salud y educación digna. Y todo esto debe comenzar por tirar abajo esta tregua de la “conciliación obligatoria” que ni el gobierno “respeta” ya que mantiene los descuentos y los usa como chantaje en la negociación.