Los trabajadores de la pesca llevan más de 20 días de huelga. Reclaman un aumento salarial de un 80%, pasar de $4,60 la hora a $7,80. Actualmente el salario medio ronda los $500, ante una canasta familiar que en Madryn supera los $1800. A la vez, trabajan en condiciones insalubres extremas, dada la producción de congelados. Y los ritmos y las jornadas se extienden bajo la “productividad”, trabajando una gran parte a destajo, no faltando los contratados, precarizados y en negro. La industria la forman una decena de plantas, que en su mayoría se encuentran en manos del capital extranjero. La empresa CONARPESA de capital español (patronal íntima de Kirchner) es la principal concentración monopólica. Estos grupos extraen toneladas de langostinos, merluza y calamar del Mar Argentino, exportando el kilo a varias decenas de euros.

La huelga se inició el 13 de abril y -según varias fuentes-, unos 3000 obreros están en conflicto. Los métodos utilizados han sido la movilización, la asamblea y los piquetes. La dinámica hizo que los dirigentes de la STIA (Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación) se vieran obligados a ponerse a la cabeza, arrastrando junto a ellos a la Federación de la Alimentación, a la CGT y CTA regionales. 

La lucha se extendió 

La actitud obrera regionalizó el conflicto. Los trabajadores portuarios no tardaron en solidarizarse y los muelles fueron paralizados, cerrando las puertas a la expoliación de las multinacionales. Decenas de barcos tuvieron que volver a alta mar sin poder amarrar. Los días se calentaron. Los obreros metalúrgicos de Aluar dieron la pelea por salario, y se comenzaron a rebalsar las cubas de fundición, arrancándole a la patronal un 35% de aumento. Los de comercio alzaron la voz y recibieron $150 de aumento. En las canteras de pórfidos (piedras irregulares para hacer pisos), de capital italiano, los mineros bloquearon las entradas. Una movilización de más de 5000 trabajadores paralizó la ciudad, sumándose delegaciones de Trelew y Rawson. Los medios de prensa anunciaron “el riesgo de la interrupción de la cadena de pagos” y que las pérdidas superaban el millón de dólares y que se habían perdido de “mover” 14.000 toneladas de carga.

Durante esos días, un plenario sindical concentró a la mayoría de los gremios. La posibilidad de paro general fue anunciada públicamente. El gobierno nacional y provincial, la patronal (a través de la CAPIP, Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras), y la “quinta columna” sindical de la CGT y CTA tomaron nota, y lanzaron sus clásicas maniobras de contención y conciliación. Desde la base, los trabajadores, comenzaron entonces a custodiar las negociaciones, “disconformes con la dirigencia de STIA”, obligando “a acatar” lo pedido por los obreros.1.

Al finalizar la primera audiencia de conciliación obligatoria, rechazada por los obreros, unos 14 empresarios y funcionarios quedaron sitiados por la noche en el Consejo Deliberante durante varias horas. “El Ministro Coordinador de Gabinete de la Provincia (…) y el Secretario de Trabajo de Chubut, se encuentran en el interior del edificio -relataban los medios regionales- sin poder abandonar el mismo por la presión de los trabajadores”. Ante este clima, una Intersindical bajo la dirección de la CGT y la CTA discó a Buenos Aires. El Ministro de Trabajo citó a las partes y Tomada llamó a la conciliación obligatoria. Los obreros volvieron a no acatarla.

Para contener y desviar la lucha obrera desatada, la cámara empresaria plantea ahora adelantar y abrir a la brevedad las paritarias. Las direcciones burocráticas de la CGT y la CTA ven con buenos ojos la maniobra, y acordaron un cuarto intermedio hasta el próximo lunes. Algunos trabajadores de la pesca opinan que este fin de semana será largo. Esta convocatoria de la patronal no es sólo una formalidad sino la búsqueda política de modificar a su favor la relación de fuerzas, intentando cambiar la dinámica que imponen los obreros. Las paritarias, la discusión sobre la recomposición salarial, empezaron hace más de 20 días.

1. Indymedia Argentina, 22/04/05.