¿Dónde estás en este momento?

En este momento estoy con varios compañeros de Seine-Saint-Denis en Grandpuits, una de las refinerías de la multinacional Total, en Seine-et-Marne, en el Este de París. En esta planta, central para el abastecimiento de toda la región y de la capital trabajan 350 obreros además de los 350 petroquímicos de las tercerizadas. Hace ya 8 días que los tres turnos están en huelga y paralizan la producción, al igual que en las otras doce refinerías del país.

¿Por qué vinieron a la refinería?

Llegamos unos 30 compañeros y compañeras de la Asamblea Interprofesional del distrito 93 Oeste que organiza a la vanguardia de los sectores en huelga del Oeste de Seine-Saint-Denis, la banlieue Norte de París. Hoy la Asamblea votó una moción de solidaridad con los obreros de las refinerías en huelga que están a la cabeza del movimiento contra la reforma de las jubilaciones y decidimos viajar colectivamente para brindarles nuestro apoyo ante las amenazas de desalojo por parte del gobierno (…)

¿Hay amenaza de desalojo por parte de la policía?

Sí. Nosotros llegamos para el cambio del turno tarde y noche, a las 21:30hs, en el momento en que podía intervenir la policía. Sarkozy ya mandó las fuerzas de represión para reventar los piquetes de trabajadores que bloquean, a veces junto con los camioneros en lucha, los depósitos de carburante en varios puntos del país. La situación con las refinerías es distinta. En el caso de Grandpuits, el prefecto de la zona acaba de ordenar que los trabajadores retomen el trabajo en base a una ley que prevé la requisición de los obreros en huelga en los sectores estratégicos como las refinerías en casos de guerra (…) Quebrar esta huelga para Sarkozy es central y tendría un alcance simbólico en el contexto actual de intensas movilizaciones que hay en el país. De ahí la importancia de nuestra presencia solidaria.

¿Cuál es el alcance de la acción que están llevando adelante?

La acción que estamos llevando adelante refleja el espíritu de las movilizaciones que sacuden el país desde inicios de septiembre. Traduce la unidad en la lucha contra el gobierno de los trabajadores del sector privado junto con los estatales y los estudiantes (…) Cómo decían los compañeros durante la Asamblea que organizaron durante el cambio de turno, ¡unidos hay que luchar, unidos venceremos!