El viernes 13 de enero era el plazo para que la ley del macrista Morando, que restituye el Bauen a la patronal, quedara promulgada o que la vetara Telerman. Por eso el martes 10 acompañamos a los trabajadores del Bauen en una ruidosa concentración frente a la jefatura de gobierno de la ciudad. Telerman debió atender a una delegación pero se negó a vetar la ley. Sólo se comprometió a proponer a la nueva legislatura una ley que reforme a la que acaba de aprobarse. Los compañeros del Hotel Bauen no deben confiar en las promesas de Telerman ni en los legisladores, porque son ellos lo que acaban de votar esa ley antiobrera. Sólo con la lucha independiente, como muestran los obreros de Zanon, redoblando la solidaridad y el apoyo de la comunidad es que se podrá lograr que el Hotel siga en manos de los trabajadores que lo pusieron en marcha. El Bauen es un símbolo para todas las empresas recuperadas y un ejemplo de un lugar abierto y solidario. Entre todos debemos defenderlo.