Mientras sesionaba la Convención Constituyente, la situación de los vecinos de Cutral Có era insostenible: semanas sin agua. Hartos, cortaron la ruta 22 cerca de Plaza Huincul, exigiendo una solución. No levantarían los cortes hasta que hubiera agua en todos los barrios.
Una vez más, los ceramistas y su Sindicato respondieron inmediatamente: “los trabajadores de Cerámica Stefani junto a la conducción del SOECN nos declaramos en estado de alerta y movilización para tomar las medidas que evaluemos convenientes en estos días por las faltas de respuestas que sufren nuestras familias junto a toda la comunidad de Cutral Có y Plaza Huincul” decía el comunicado.
El martes 31 la asamblea de vecinos levanta las medidas tras solucionarse el problema del agua. Nuevamente quedó demostrado cuál es la forma de lograr los reclamos: democracia directa y acción en las calles.
En paralelo, más de 160 familias ocupaban terrenos en Barrio Progreso, un barrio periférico de la capital y sufrían amenaza de desalojo. El reclamo también fue rodeado de solidaridad por parte del SOECN, organismos de DD.HH, FUC, Bellas Artes y los partidos de izquierda.
Mientras toda la superestructura política y los medios estaban instalados en la Convención, las verdaderas necesidades de los trabajadores y el pueblo brotan por todos los poros. La necesidad de un plan de obras públicas controlado por las organizaciones obreras, un plan de infraestructura para instalar redes de agua y viviendas populares, empalman con el reclamo de expropiación y estatización de Zanon Bajo Gestión Obrera.