Desde LVO venimos informando a nuestros lectores, entre los que se encuentran compañeros de la comunidad boliviana residentes en Argentina, sobre los acontecimientos que han sacudido a Bolivia. En las jornadas revolucionarias de octubre publicamos íntegramente los Boletines especiales y el periódico Lucha Obrera de la LOR-CI, organización de los trotskistas bolivianos que integra la Fracción Trotskista- Estrategia Internacional junto al PTS de Argentina, a la organización Clase contra Clase de Chile, Estrategia Revolucionaria de Brasil, la LTS de México y compañeros residentes en Francia, España e Inglaterra.
La LOR-CI fue activa participante del levantamiento de octubre tanto en El Alto como en la ciudad de La Paz, actuando además en estrecha relación con revolucionarios de Oruro, Cochabamba y mineros de Huanuni.
A tres meses de aquel levantamiento revolucionario que obligó a huir a Sanchez de Lozada, el gobierno de Mesa no ha respondido a ninguna de las demandas de octubre. Sólo ha cambiado las formas: por ejemplo, no ha reprimido las más de 30 haciendas ocupadas por el Movimiento Sin Tierra, pero se niega a legalizarlas. El referéndum por el problema del gas (una de las principales demandas de octubre) fue postergado "por problemas técnicos". La convocatoria a una Asamblea Constituyente se encuentra en la nebulosa. Mesa piensa completar el mandato de Sanchez de Lozada (que culmina en el 2007). Y como parte de todo este plan, ha lanzado la campaña "por la salida al mar" para crear sentimientos de unidad nacional (ver declaración). El MAS de Evo Morales viene apoyando todas estas medidas del gobierno que son una burla para los obreros y campesinos que dieron su sangre en octubre. Gracias a todo esto, Mesa ha logrado alto apoyo en las clases medias y sectores de los trabajadores.
Pero el no cumplir ninguna demanda, la continuidad del hambre y la opresión de los trabajadores, campesinos pobres y comunidades originarias, han llevado a la Central Obrera Boliviana dirigida por Jaime Solares, que viene siendo parte de la tregua, a amenazar con la realización de una nueva huelga general con bloqueo de caminos para principios de febrero si el gobierno no responde positivamente al pliego de reclamos de la COB, que cuenta hasta ahora con el apoyo de la combativa COR de El Alto y el MIP de Felipe Quispe. Está por verse si de este llamado surge un plan de lucha seriamente preparado. Además, la COB votó en el ampliado realizado en Cochabamba la semana pasada, impulsar la convocatoria a una Asamblea Popular.
En este marco, el Primer Congreso de Grupos y Organizaciones Juveniles que se realizó el 25 de enero en El Alto, convocado por cerca de 50 agrupaciones, se dividió entre los que se negaban a pronunciarse contra la tregua (hegemonizados por sectores afines a Evo Morales) y los que la repudiaban y llamaban a romper con el gobierno y apoyar las resoluciones del ampliado de la COB. Se retiraron del Congreso unas 20 organizaciones, entre ellas las Federaciones Universitarias de Oruro y Cochabamba, las agrupaciones juveniles que impulsa la LOR-CI junto a estudiantes independientes como Barricada Roja de La Paz y El Alto, otras organizaciones como La Toma (UMSA), Juventud Socialista (La Paz), Comité Universitario de lucha contra el ALCA y la Guerra (La Paz), Vive la fuerza de la juventud (Oruro), Autonomía U (Oruro), Línea Institucional (Oruro), Movimiento de Mujeres Universitarias (Oruro), Unión Juvenil de Artistas y Escritores (Nacional), Foro de Mujeres Sindicalistas (Oruro), Autonomía Universitaria (El Alto) y otros, con una declaración conjunta que llama a conformar un "comité de movilización" a nivel nacional.
Las resoluciones del ampliado de la COB pueden alentar la tendencia a la ruptura de la tregua con el gobierno y favorecer reagrupamientos como el que se esboza en la juventud.
En estos combates y debates se irán forjando los hombres y mujeres que pondrán en pie un poderoso partido revolucionario que necesitan los trabajadores de Bolivia, por el cual luchan los trotskistas de la LOR-CI.
En esta edición de LVO publicamos la declaración conjunta de los compañeros de Chile y Bolivia sobre el agudo problema de la "salida al mar" para Bolivia, que hoy se discute no sólo en esos países sino en todos los gobiernos sudamericanos y en las oficinas del gobierno imperialista norteamericano.