En mayo pasado la comisión interna dirigida por la CTA apoyó la reforma de la Carta Orgánica del Banco Ciudad impulsada por el macrismo y el ibarrismo, reforma que significó el permiso para que el capital privado haga todo tipo de negocios. Entonces, un grupo de delegados comenzó a organizarse discutiendo la necesidad de que el banco sea puesto al servicio de los trabajadores y el pueblo, a través de los créditos de vivienda, planes de obras públicas, etc… Para que esta reforma pasara fue necesario liquidar el cuerpo de delegados que ellos mismos habían “impulsado”.
Ante el avance de la inflación y la pérdida de nuestro poder adquisitivo, por la complicidad de las direcciones sindicales, comenzó nuestra reorganización por nuestras reivindicaciones, como ser $1800 de básico inicial (hoy es de $420), ajuste automático del salario en relación con el aumento de costo de vida, participación en las paritarias mediante representantes elegidos por la base, entre otra serie de puntos. Sabemos que esta pelea no la vamos a dar solos, por eso comenzamos a discutir con los compañeros del Banco Provincia, participamos de la marcha de Cromañón y de la reunión de solidaridad con los petroleros, buscando estrechar vínculos con los sectores que ya están luchando.
Es por todo esto que la patronal comenzó a atacarnos dándole el pase a una de las compañeras delegadas, referente de los auto-convocados y de la lucha contra la carta orgánica. Pero a pesar de la escandalosa negativa de la CTA a defender a la delegada, la firmeza de la compañera y de los delegados autoconvocados paró el ataque.