Con un conflicto que, increíblemente lleva más de un año, los trabajadores de Parmalat, una vez más salieron a las calles. Pero vale aclarar los objetivos, los modos y las circunstancias que no son las mismas que al principio. ¿Por qué? Porque desde hace 2 meses la dirigencia burocrática de ATILRA (gremio de la leche) liderada por Hector Ponce decidió dejar su sillón, salir del letargo y por fin se dignó a apoyar a los trabajadores y ponerse al frente del conflicto, contra la patronal del ahijado predilecto de Kirchner: el vaciador Sergio Taselli.
Después de un arribo a la planta de Pilar, con un aparataje armado símil de un campeón mundial, el burócrata Ponce declara ya la lucha abierta a la empresa, no sin antes tratar de meter miedo a los trabajadores diciendo que iba a ser una lucha larga, difícil y no se sabía cómo podía terminar. Coloca una carpa muy linda para un country, pero no como para dirigir y tomar una fábrica con obreros en lucha, ya que estaba armada en la vereda. Así se veía, un grupo de trabajadores tomando la vereda. Ante tanto despliegue el grueso de los trabajadores se siente encandilado y pone sus esperanzas en la burocracia y sólo queda un pequeño grupo de trabajadores, en silencio, y por experiencia con desconfianza, ya que cuando éstos señores muestran todo el circo, con carpa incluida es más para distraer y maravillar a los obreros que para luchar en serio. A su vez la patronal tira toda la artillería contra los trabajadores: deja de pagar los sueldos, aguinaldo, vacaciones, tickets, retroactivos, corta el gas, la luz. Burlándose de todo el mundo deja pagando a Ponce en el ministerio de trabajo y manda cadetes con un escrito cada vez que tiene pactada una audiencia en el ministerio de trabajo. Así los trabajadores se empiezan a impacientar. Los delegados que responden a Ponce hacen asambleas informativas para aclarar cómo van las cosas. Pero los trabajadores ven que las cosas no van, ya que se empiezan a desgastar, cansar y no llevan dinero a sus familias. Y a eso apuesta el zorro de Taselli y Ponce lo sabe. Así surge el primer corte, no porque Ponce adopte los métodos piqueteros (algo que el aborrece), sino que son los obreros, que viendo que a la burocracia el conflicto los está superando, toman la decisión de cortar la totalidad de las entradas del parque industrial de Pilar y los obligan a ponerse a la cabeza. Acá hay que ver cómo se maneja la burocracia en su estado más puro y natural. Piden permiso al intendente, avisan a la policía y muestran todo el esplendor del aparataje. Tratan de asustar a los trabajadores diciendo que seguramente van a ser reprimidos y heridos. Después de un par de horas de bombas de estruendo, bombos, lluvia, frío, dicen que la patronal quiere una reunión. Llegan 3 policías hablan con los delegados y se levanta el corte, sin asamblea.
Se hace la reunión con la patronal y Ponce negocia 300$ para cada trabajador a cambio de un par de toneladas de leche en polvo que la empresa tenía almacenada. NO SE GANÓ NADA. Hicieron un negociado y encima no tomó estado público. Pasan los días y todo sigue igual. No hay asambleas, no se organiza un fondo de huelga, no se trata que todos los trabajadores se acerquen a la fábrica, no hay difusión del conflicto.
Cuando Ponce ve que a los trabajadores se le termina la paciencia "decide" la movilización masiva a la localidad de Chascomus para el 31/1/06. Una vez más no hubo asamblea. Después de un viaje de hs llegaron a Chascomus los trabajadores de Pilar que ven a sus cros. de Gandara se encuentran igual que ellos. El abandono y el plan de vaciamiento es evidente y aterrador. 9HS la tranquilidad del pueblo se rompe: bombas de estruendo, cantos y bombos, remeras amarillas copan el paisaje y contrastan con la paz y serenidad del lugar. Llega Ponce, la burocracia está a pleno. Habla al público presente y repite lo de siempre que no quiere banderas políticas (se refiere a que no quiere obreros politizados, de hecho Paco Trejo y Osores fueron despedidos por zurdos) Se decide movilizar al costado de la ruta para entregar a los turistas un volante que escribió la burocracia. Y así tenía que ser la jornada: pacífica y tranquila. Aplausos, y hacia la ruta van los obreros de Pilar, Chascomus, del interior, familias enteras del pueblo acompañan. Al llegar a la ruta 2 se encuentran con un mediano operativo policial. Y lo que nunca se vio: muchos medios de comunicación. Y ahí cambió todo. Fueron los obreros los que obligaron a la burocracia aponerse en el medio de la ruta. Esa no era la idea de Ponce. Llegaron más policías: a caballo, a pie, en helicóptero y la represión se la veía venir. Porque esto le dolía a Sol˜à, Kirchner, Arslanian. Mandan a reprimir a trabajadores que reclaman lo que es suyo y a ellos se les escapan los "ladrones" por abajo de las veredas en barquitos de papel. A todos les molestó el corte, menos a Taselli. Dicen que se reunió con el ministro Tomada, dicen..., dicen. La realidad es que la difusión del conflicto fue masiva. Pero la situación de los obreros sigue igual, depositaron 400$, las plantas de Pilar y Chascomus sin luz ni gas. 800 trabajadores sin poder saber si van a volver a trabajar, sin llevar dinero a sus casas para que sus familias vivan dignamente. ¿Hasta cuándo? Solo Kirchner, Tomada, Taselli, Moyano y Ponce quizás tengan la respuesta.