Como todos saben la situación de los contratados no es nada fácil en general, pero el de ésta multinacional es uno de los casos en que la discriminación se ve más acentuada. Trabajamos todos por igual pero no gozamos de los mismos beneficios dado que los efectivos cobran puntualidad, presentismo, tickets y un premio a la productividad, siendo que el grueso de la producción es realizada por nosotros, los ‘‘trabajadores eventuales’’.
Y esto es sólo el comienzo, los contratados de Pepsico vivimos con la amenaza constante de ser ‘‘dados de baja’’ sin previo aviso. A esta patronal le gusta tener un uniformado en la puerta de entrada que cuando llegamos para cumplir con nuestro jornal diario saca su ‘‘lista negra’’ y nos informa que ya no pertenecemos a la gran familia Pepsico.
Cuando decimos que la situación es difícil y que en la fábrica se nos discrimina tenemos argumentos que avalan nuestras palabras. Como trabajadores eventuales no podemos enfermarnos, si esto llegara a pasar ya sabemos cuál es nuestro destino, sí, otra vez a leer los clasificados el domingo.
Y esto no es todo, hay más. Estamos limitados para organizarnos dentro de la fábrica, ya que a los delegados de la burocracia no les importa cambiar nuestra suerte y entre los efectivos está naturalizado que exista personal de agencia que va y viene todo el tiempo.
La patronal de Pepsico está invirtiendo capital en maquinarias que aumenten la productividad y le garanticen así más ganancias, pero no destina ni un centavo para efectivizarnos. Creemos que ésta debería ser una de las principales demandas de los delegados para de este modo unir las filas obreras y poner fin a las divisiones dentro de nuestra propia clase. Pero sabemos que la burocracia no está dispuesta a pelear por nuestros reclamos, por eso es que necesitamos apoyar y defender a los delegados de la oposición.